TAMBO COLORADO: REFUGIO INCA EN LA COSTA DEL PERÚ

viernes, 28 de septiembre de 2018


Cada vez que el bus que me llevaba a Ayacucho pasaba por TAMBO COLORADO sentía unas ganas tremendas de bajarme y explorar con paciencia ese lugar que se veía maravilloso. Lamentablemente allí no había parada y entonces había que seguir camino. Me juré que un día visitaría este sitio, y ese día llegó.

Tambo Colorado. Ica. Perú. 
Como conté en la entrada anterior bajamos dese las alturas de HUAYTARÁ hacía la costa (PISCO exactamente) pero no pudimos parar en TAMBO COLORADO pues ya a esas horas (más de las 5 de la tarde) el sitio arqueológico estaba cerrado. Una vez más me quedé con las ganas.

Así que esa mañana, cual chiquillo emocionado, me levanté temprano y me preparé para por fin cumplir el sueño. Dejamos nuestro hotel en Pisco (ver DATOS ÚTILES abajo), pero antes pedimos que nos guardarán las cosas en el almacén pues sabíamos que regresaríamos tarde, y nos fuimos…

Tomamos un colectivo desde Pisco hasta San Clemente (creíamos que no había manera de ir directamente desde Pisco a Tambo Colorado, luego descubrimos que sí) y allí fue un poco difícil encontrar un transporte que nos llevara hasta Tambo Colorado. Así que para no perder el tiempo le preguntamos a un señor que hacía colectivo hacia un pueblo llamado BERNALES (el cual estaba en el camino) si nos podía hacer un servicio privado hasta Tambo Colorado. El señor dijo que sí y que nos cobraría 25 soles, lo que nos pareció un buen precio y subimos.

El carro empezó a trepar la vía Libertadores (que es la que une la costa con Ayacucho) y como siempre en el ascenso el clima iba cambiando de lo fresco a lo cálido, y fuimos dejando atrás la niebla costeña y metiéndonos en un mundo de luz y color.

En el camino fuimos hablando con el chófer y nos preguntó por qué no íbamos a Bernales, su pueblo, pues allí al lado estaba la LAGUNA DE MORÓN. ¡Lo había olvidado! Siempre quise conocer esa lagunita y no me había dado cuenta que estábamos muy cerca. Le pedimos al señor algunas indicaciones para llegar a la laguna y Melina y yo nos prometimos que regresando de TAMBO COLORADO nos desviaríamos para ir a la LAGUNA DE MORÓN.


LA MAGIA DE TAMBO COLORADO

Por fin 25 minutos después de haber dejado San Clemente llegamos. De entrada, encuentras un pequeño pero interesante museo en el que te das una idea de lo que vas a encontrar y además te explica bien el proceso de ocupación del lugar.

Tambo Colorado. Ica. Perú

Tambo Colorado. Ica. Perú

Tambo Colorado. Ica. Perú

Ahora sí, a caminar… fuimos directamente hacia la inmensa plaza central, en la que se puede ver lo que queda de un USHNU (pirámide), y de las grandes paredes que rodean este gran espacio. A propósito, esas paredes están adornadas con pequeñas ventanas de doble jamba.

Desde ese patio pudimos ver la magnificencia de la zona llamada “EL PALACIO DEL INCA” el cual es realmente impresionante. Es como ver un sitio arqueológico andino, pero en vez de estar hecho de piedra tiene toda su infraestructura hecha de adobe, material que en la costa abunda. Genial acomodo que hicieron los arquitectos del antiguo Perú a unas nuevas circunstancias.

Tambo Colorado. Ica. Perú

Imagen del museo de Tambo Colorado. Ica. Perú

Tambo Colorado. Ica. Perú

Tambo Colorado. Ica. Perú
Por fin entramos al corazón de ese laberinto que tiene solo una entrada lo cual indicaría ese deseo de controlar el acceso a ese el lugar tan exclusivo y separarla del resto de espacios. Caminamos entre las altas paredes sobre los que aún quedan vestigios de esos colores amarillos, pero sobre todo rojos (de allí el nombre de lugar). Admiramos también las hornacinas, los vanos en forma trapezoidal, los muchos frisos que decoran algunas de los recintos; y hasta subimos a la zona llamada “el Torreón” desde donde se tienen una vista privilegiada: es, sin duda, uno de los sitios arqueológicos costeños mejor conservados de todo el Perú, aunque fuera algo dañado por el terremoto del 2007.



Tambo Colorado. Ica. Perú

EL INCAWASI DE HUAYTARA: AGUA SAGRADA

domingo, 16 de septiembre de 2018


Como conté en la entrada anterior, después de conocer al señor Florencio, encargado del museo de Huaytará, nos fuimos hacia el puente que está casi a la entrada del pueblo para buscar algún transporte que nos llevase hacia nuestro siguiente destino: INCAWASI.



En el puente vimos un taxi estacionado así que nos acercamos al conductor y le preguntamos si nos podía llevar y dijo que sí. Pactamos el precio (ver DATOS ÚTILES abajo) y subimos al carro. El taxista se llamaba Eber, y nos dijo que siempre se le puede contactar allí, en el puente.

Así que don Eber salió del pueblo, tomó la vía Libertadores (que es la que va hacia AYACUCHO) y no paramos hasta Incawasi. En el camino íbamos hablando sobre su experiencia en las carreteras del Perú con su carrito, parece ser un gran conocedor de la zona. Por fin llegamos hasta un desvío donde se indicaba la entrada hacia el sitio arqueológico. A partir de allí empieza un camino de trocha que bordea una laguna. El estado de la vía es realmente lamentable. Don Eber nos dejó en un recodo del camino porque iba a ser difícil para el carro voltear y regresar, así que quedamos en que nos esperaría en una parte más apropiada. Por lo que bajamos caminando hasta las ruinas, pero fue una caminata corta.



Y ahí estábamos, en medio de esa puna fría en donde el ichu lo domina todo. Bajando a través de una quebrada hacia el río Incawasi a cuya vera este sitio arqueológico se encuentra ubicado.

INCAWASI. HUAYTARÁ. PERÚ.

INCAWASI. HUAYTARÁ. PERÚ.

INCAWASI. HUAYTARÁ. PERÚ.

El acceso es través de la zona de las KANCHAS, esos recintos agrupados alrededor de un gran patio y que son tan típicos de las urbes incas. En la KANCHA 2 algunas de las construcciones han sido techadas por los mismos habitantes de Huytará según el periodista (mi admirado) Álvaro Rocha.

Tomado del cuadernillo de información del Ministerio de Cultura del Perú.
Me encantó ver todas esas puertas de doble jamba, esas grandes murallas con piedras encajadas a la perfección, las portadas con dintel, y esas piedras magistralmente esculpidas, todo lo cual nos hacía recordar que este debió haber sido un gran adoratorio inca que formaba parte de una gran red de “huacas” que se iniciaba en VILCASHUAMÁN, pasaba por aquí, seguía a TAMBO COLORADO (la próxima entrada será sobre este sitio) y acababa en LA CENTINELA: una ruta que permitía llegar desde la costa al Cusco en 25 días de caminata.

INCAWASI. HUAYTARÁ. PERÚ.

INCAWASI. HUAYTARÁ. PERÚ.

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