Cross Bones Graveyard de Londres: el cementerio de los marginados

martes, 23 de junio de 2015

Es una calle larga y estrecha. La típica en la que parece no pasar nunca nada, por lo silenciosa. Aunque se encuentra a minutos de avenidas bulliciosas, Borough Market, por ejemplo. Tiene, eso sí, un no sé qué ominoso, secreto. Se llama Redcross way. Si caminaras por allí por pura casualidad y de pronto te encontraras con ese largo enrejado, del que penden cintas, pitas, fotos, muñecos, peluches, y demás parafernalia que usamos para perennizar la memoria de gente que ya no está, te sorprendería. Y mucho.

Cross bones Graveyard - Londres.
Seguramente dirás: una más de esas cosas locas y casi secretas (para el foráneo) que se puede encontrar en un lugar como Londres. Pero no es tanto así. Sobre todo si caes en la cuenta que esa especie de memorial en realidad está puesto allí para recordar a las prostitutas y bebés de época medieval que al estar en pecado fueron enterrados en esta especie de cementerio no consagrado (es por eso que le llaman el camposanto de los “outcast” o marginados).

Cross bones Graveyard - Londres.


Cross bones Graveyard - Londres.

Cross bones Graveyard - Londres.
En aquel tiempo esta zona era una especie de “territorio comanche” adonde se venía a hacer todo aquello que no se podía en la ciudad: vivir sin control, más o menos como hacen hoy los angelicales inglesitos cuando se van a Magaluf. Pero estas tierras, claro, tenían dueño: el obispado de Winchester. Que puntualmente cobraba a los arrendatarios de los locales más salvajes y picantes del lugar. La vida principesca de los padrecitos alguien las tiene que mantener, claro. Ya sabes, pon una vela a dios y otra…

Así, todas las prostitutas que atendían a los caballeros que iban por la zona eran enterradas allí mismo. Lejos de la venerable ciudad de Londres, aunque este lugar sea hoy casi el mismo corazón de la ciudad. Ironías del destino. El nombre, sin embargo, le fue dado a este cementerio en el siglo XIX, momento en que ya no pudo recibir más muertos y entonces cerró.

Cross bones Graveyard - Londres.
Cross bones Graveyard - Londres.

Jardines secretos de Londres

martes, 2 de junio de 2015

A veces Londres te puede agobiar con tanta maquinaria construyendo y destruyendo. Con tanto concreto removido. Con tanta torre elevándose más y más. Pero mucho de ese agobio se te va cuando de pronto, caminando por algún recoveco, alguna callejuela, aparece un parquecito, un jardín secreto, un lugar en el que te solazas rodeado de plantas y fuentes. Los londinenses parecen saber muy bien de eso, y por tal razón le dan tanta importancia a sus jardines (públicos y privados) y parques. Es un clásico visitar los hermosos e interminables áreas verdes que se expanden por todo el centro de Londres. De hecho he escrito sobre ellos en un recorrido que hice tratando de unirlos a todos en un circuito: Desde Holland Park hasta St. JamesPark, pasando por Kensington Gardens y Hyde Park. Además de ellos están los bellos Kew Gardens y el inmenso Richmond Park que me trae gratos recuerdos pues vivía muy cerca de allí y era una alegría tremenda caminar por tan bella zona.

Pues bien, esta última vez que estuve por Londres (hace pocos días) me animé a visitar otros parques y jardines, unos más secretos, menos conocidos, y que sin embargo son también bellos y, sobre todo, te proveen esa sensación de paz y descanso que el caminante urbano muchas veces busca para recargarse de energía. Ojo, hay mil más, esto es solo un pequeño aporte. Aquí va una lista de mis recomendaciones que espero les sirva para cuando vayan por la capital británica.

1) Saint Dunstan in the east church garden: paz en medio de la City.

Muy cerca del río y de una zona tan masificada como la Torre de Londres, este parquecito aparece en medio de las tripas de la City como un inesperado remanso de paz. En realidad el parque se ha creado en medio de las ruinas de la iglesia de Saint Dunstan, que estuvo allí desde hace mucho y fue reconstruida por C. Wren  después del terrible incendio de 1666. De ese diseño solo quedó la torre, porque volvió a ser reconstruido en 1817 y no aguantó más tras los bombardeos de 1941. A finales de los 60 del siglo pasado se decidió (una genialidad) convertirlo en jardín. Así que cuando caminas mirando como las ramas y plantas se cuelgan a través de ventanas puntiagudas, o encuentras una fuente en medio de lo que debió haber sido la nave central, no puedes dejar de pensar en cómo se habría visto este sitio hace cientos de años.






2) Bunhill Fields: el cementerio de los inconformistas.

Es un parque pero fue en un inicio un vertedero de cadáveres que se traían del Charnel House de St. Paul, luego se convirtió en cementerio no oficial, por lo que los enterrados allí no podían estar seguros de estar en “tierra santa”: pese a su pequeñez se calcula que se enterraron aquí a unos  123 000 mil cuerpos hasta el cierre del camposanto, en 1854. Daniel Defoe, cuyos restos están sepultados en este lugar, comentó en su “El año de la peste” que aquí se traían a la mayoría de muertos por tal calamidad. Coverley indica que el sitio era uno de los favoritos para los “ladrones de cuerpos” que los ofrecían a las escuelas de medicinas, motivo por el cual se puso una puerta con puntas para protegerlos.





Aparte de Defoe, otros célebres personajes que están enterrados aquí son el genial, excéntrico y rebelde William Blake, además de John Bunyan quien debido a sus creencias y por dedicarse a viajar predicando estuvo en prisión mientras escribía su “Pilgrim´s Progress”, libro escrito en inglés que es el más traducido después de la Biblia. El hecho de contar con los restos de personas tan contestatarias hizo que el siglo XIX el poeta Robert Southey bautizara a este sitio como el  “Campo Santo of the dissenters”, es decir los inconformistas o los discrepantes. Sólo se puede tener acceso directo a las tumbas de estos tres hombres pues las demás están protegidas por unas barras de metal.




Leyendo ahora Lights out for the Territory del estupendo escritor Iain Sinclair (¡me compré el libro en el Museo de Londres!), encuentro en la página 34 una frase que encaja muy bien con esto. Es bastante enigmática (¡qué no lo es en Sinclair!):

“The triangle of concentration. A sense of this and all the other triangulations of the city: Blake, Bunyan, Defoe, the dissenting monuments in Bunhill Fields. Everything I believe in, everything London can do to you, starts here.”

Le dejo un vídeo muy bueno en el que el mismo Sinclair aparece hablando sobre Blake mientras que visita su tumba. Imperdible.




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