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El museo y los jardines de Rodin

viernes, 22 de junio de 2012


El MUSEO RODIN es uno de los más populares en Francia (recibe 500.000 visitantes por año) y sin embargo no se siente allí esa pesadez inevitable que se puede experimentar cuando esperas, los que esperan, (in)pacientemente en las largas colas que se hacen para entrar a los otros museos conocidos de París.

MUSEO RODIN. París - Francia
MUSEO RODIN. París - Francia
Todo lo contrario. La atmósfera que allí reina es de mucha tranquilidad y todo parece ir sin apuros. Al menos es lo que yo sentí. Y si a eso se le añade el hecho de que este museo tiene una ubicación inmejorable entonces la experiencia es una “must”: se encuentra en el mismo centro de París, frente al Hotel des Invalides (del que hemos hablado en la primera entrada sobre París) y cerca del más hermoso puente de la ciudad: el Puente Alejandro. Lugares sobre los que escribí en esta entrada.

 MUSEO RODIN. París - Francia

Para ser sincero no entré en el palacete en el que se encuentra la exposición principal, la cual está repartida entre los dos pisos que están unidos por una escalera con balaustrada de hierro forjado. El precio del ticket para entrar a ese edificio no es muy caro (6 euros) pero era mi último día en París y mi agónico presupuesto de desempleado no me permitía más excesos. Pero he aquí que apareció la posibilidad de no quedarme con las ganas y por 1 euro pude entrar a caminar en los hermosos jardines que rodean el edificio y que son en sí mismas un museo al aire libre pues se reparten en sus 3 hectáreas varios de los trabajos de Rodin.

El cementerio de Montmartre: donde duermen los genios

martes, 19 de junio de 2012


Como dije en la entrada sobre el cementerio de Montparnasse, París debe ser la ciudad con los cementerios más famosos (y quizás más bellos) de Europa. Son tan conocidos esos sitios que se han vuelto una atracción turística más aunque sin llegar a convertirse en los lugares más visitados de la ciudad… felizmente.

En estos camposantos están enterrados muchos de los grandes genios de las artes y de las ciencias lo cual es motivo suficiente para que muchos se animen a visitarlos pero creo que así no hubiera gente famosa enterrada allí los cementerios parisinos bien se merecerían una visita para ver la belleza de sus esculturas y arquitectura funerarias.

Cementerio de Montmartre. París - Francia.
Cementerio de Montmartre. París - Francia.
En la entrada anterior caminamos por Montmartre y visitamos el cementerio de este popular barrio y  prometí escribir una entrada especial sobre el sitio pues hay algunas cosas interesantes que contar. En ese post contaba también que me impresionó mucho el hecho de que cruzara un puente, que no es sino la calle Caulaincourt, sobre el cementerio y que la ensombreciera y afeara un poco. Averiguando he sabido que la idea se la debemos al barón Haussmann quien proyectó esta arteria para dar la vuelta a la colina de Montmartre. Se creó así el primer puente de acero de París. Pero esta iniciativa no dejaría de levantar polvareda y hubo acalorados debates en el Senado francés por este hecho. Al final se impuso el acero de la practicidad. El resulto lo ven ustedes…

Cementerio de Montmartre. París - Francia.
Cementerio de Montmartre. París - Francia.
Tengo entendido que fue en Francia donde, iluminados por las ideas de la razón, los intelectuales y hombres de ciencia de finales del XVIII impulsaron la necesaria idea de trasladar los cementerios hacia las afueras de la ciudad dejando atrás la peligrosa costumbre de enterrar a los muertos en las iglesias situadas intramuros. Así se escogieron lugares como aquel en el que se ubica este cementerio que no era sino una mina que derivó en una especie de vertedero de cadáveres. Hasta que en 1825 se la inaugura apropiadamente como lo que hoy es.

Caminando en Montmartre: entre el encanto y el cliché

viernes, 15 de junio de 2012


Ir a MONTMARTRE es inevitable, y también agobiante. Lo primero por que atrae su vieja fama de barrio bohemio, que lo fue; y lo segundo porque es hoy un lugar sin alma, excesivamente comercial y todo, o casi todo, se ha hecho a la medida del gusto homogéneo de las masas de turistas. 

Por las muchas fotos que vi antes de ir a París me esperaba algo de ello así que no fue para nada una decepción. Abundan los clichés y la nueva bohemia de guardarropía, esa que conforman guitarristas callejeros vestidos como modelos y artistas que pintan siempre las mismas vistas de París para encandilar a los visitantes. Pero bueno, de algo hay que vivir, ¿no? Lo que si debo decir es que me sorprendió que toda la turbamulta turística se concentre siempre en las 3 o 4 calles que se ubican alrededor de la basílica de SACRÉ – COEUR y después el resto del barrio sea un lugar plácido y hasta encantador. Y también hay que reconocer que las vistas que se tienen de París desde ahí son una gozada.

Pero vamos por partes. Como teníamos muchas ganas de caminar, como siempre, pensamos en empezar la visita desde la más que famosa MOULIN ROUGE. Puede sonar contradictorio, me quejo de lo excesivamente turístico que es toda esta zona y sin embargo voy a ver los sitios más conocidos que allí hay. Bueno, la curiosidad puede más. Ya que se está allí ¿por qué no dar una ojeada?

Moulin Rouge. París - Francia.
MOULIN ROUGE. París - Francia.
Saliendo de la parada de metro de BLANCHE (línea azul, número 2) el caminante se encontrará, a su derecha, con el molino rojo más famoso de todos. Y frente a él los cientos de turistas que nos colocamos con las cámaras a sacarnos la foto de postín con el molino detrás. Siguen dándose funciones hasta hoy, imagino que también hechos a medida de los gustos de los nuevos tiempos y los nuevos visitantes. En el pasado, ya lo saben, Toulouse – Lautrec inmortalizó los espectáculos de cancán en sus carteles en la que representó a muchas de las bailarinas que allí trabajaban.

En fin, seguimos por el boulevard Clichy, que es donde está ubicado el famoso cabaret, y unos pocos metros más adelante, a nuestra derecha, encontramos la entrada a la Avenida Rachel que te lleva directamente a unos de los cementerios más bonitos que haya visitado: el de Montmartre, obviamente. Esta visita se merece un escrito aparte por lo que lo dejaré para la entrada siguiente en la pondré más fotos. Por ahora les dejo estas imágenes.

Cementerio de Montmartre. París - Francia.

Cementerio de Montmartre. París - Francia.


Un lugar extraño: el cementerio de animales de Asnières

miércoles, 13 de junio de 2012


Nunca habría imaginado que existiese una cosa tal como un cementerio de animales. Y como me gusta visitar cementerios pues me dije… ¿por qué no añadir una excentricidad a tu colección de cementerios visitados en Europa? Por lo que cuando estuve en París decidí ir a conocer este curioso lugar a manera de saciar mi curiosidad.

Debo decir que quizás no me hubiese enterado de este sitio de no haber leído las TRAVESURAS DE LA NIÑA MALA, la novela de Mario Vargas Llosa en la que los personajes principales de la historia, Ricardo Somocurcio y Mdme. Robert Arnoux, la niña mala, pasean su secreto amor por distintos rincones de la capital francesa; entre esos lugares estaba este cementerio. Para saber un poco más de ello te invito a leer la última entrada que escribí sobre la ruta de MARIO VARGAS LLOSA en París, aquí.

El Cimetière des Chiens  (otros le llaman Le-cimetiere-des-animaux), que está ubicado en Asnières-sur-Seine, un barrio al norte de París, quizás sea la primera necrópolis de animales en el mundo. Aunque se sabe que enterrar animales es una tradición viejísima: los egipcios momificaban a los gatos porque se los consideraba divinos.

Cimetière des Chiens- París - Francia.
Para llegar allí primero fui hasta la parada de metro de MAIRIE DE CLICHY, línea celeste, número 13. Desde ese lugar caminé por la larga RUE MARTRE hasta el PONT DE CLICHY. A esa altura hay un cruce de avenidas que se tiene que pasar con sumo cuidado ya que los coches vienen de todos sitios y a mucha velocidad. No hay problema si es que se espera, como todo ser civilizado, a que la luz verde te permita pasar; el problema es si alguna descerebrada viene con su coche a toda velocidad y no se da cuenta, o no quiere darse cuenta, de que tiene la luz roja y tiene que parar o puede atropellarte. Y claro, en mi caso, la tipa paró… a pocos metros de mis piernas y también se me paró el corazón. De esto ya he hablado en la introducción a estas entradas sobre París. La visita al cementerio de animales casi me cuesta la visita a mi propio cementerio.

Cimetière des Chiens- París - Francia.
Decía que caminé debajo del puente y desde allí ya pude ver, al otro lado del Sena, un espacio arbolado cual si fuera un pequeño bosque. Se supone que ese lugar era antiguamente la isla de Ravageurs, que hoy está unida a tierra firme. En este bosquecillo resalta una simpática entrada color gris. Esa es la puerta principal al cementerio. Hasta allí llegué, con algo de susto, por el incidente con el coche, y con mucho calor pues ese día lunes el sol quemaba tremendamente.

Por la ruta de Mario Vargas Llosa en París (Fuera de ruta)

lunes, 11 de junio de 2012


Será esta la última entrada sobre LA RUTA DE VARGAS LLOSA EN PARIS. Todos estos sitios los dejé de lado no porque les faltara relevancia sino más bien porque están algo alejados de la ruta principal e ir hasta ellos significaría desviarse kilómetros y kilómetros por lo que se me ocurrió ponerlos en esta especie de apartado. Debo decir que también el INSTITUTO CERVANTES DE PARIS ha considerado poner a 2 de estos lugares fuera de la ruta vargasllosiana que ha creado y que hemos seguido. Lo que no consideró, y es un humilde aporte de este escriba, es el cementerio de animales del que hablo al final de esta entrada. Espero que les sirva o que al menos les de la curiosidad por visitar alguno de estos sitios si pasan cerca de ellos cuando estén callejeando por París.

El HOTEL NAPOLEON

La primera vez que Mario Vargas Llosa viajó a París fue en 1957 al ganar un concurso de cuentos organizado por LA REVUE FRANCAISE. El relato que había presentado era EL DESAFIO, que está en el primer libro que publicó: LOS JEFES.

Fue André Coyné, gran amigo del extraordinario poeta peruano César Moro, quien tradujo EL DESAFIO al francés pero Georgette Vallejo, viuda del poeta César Vallejo de quien hemos hablado en entradas anteriores y cuyas huellas en París también hemos seguido, fue quien mejoró la traducción. Como dijimos en esa entrada Vargas Llosa era amigo de Georgette aunque hubo algún tiempo en que se distanciaron pues ser amigo de esta mujer era, a decir del novelista, “como atravesar un campo de brasas ardientes”

El escritor Luis Loayza, amigo de Varga Llosa, fue quien le dio la buena nueva de que se iba a París:

“Dudo que, antes o después, me haya exaltado tanto alguna noticia como aquélla. Iba a poner los pies en la ciudad soñada, en el país mítico donde habían nacido los escritores que más admirada”


HOTEL NAPOLEON. París - Francia.

Le llevó dos días arribar a París. Cuando allí llegó le recogió MONSIEUR PROUVERELLE, el director de LA REVUE FRANCAISE. Este hombre le llevó hasta el lujoso HOTEL NAPOLEON, en la avenue FRIEDLAND, donde nuestro escritor pasaría los quince días a que daba derecho su premio. La habitación tenía vistas a la avenida y desde allí podía ver el Arco del Triunfo. Se quedó hospedado allí 15 días más y durante ese mes Vargas Llosa tuvo la oportunidad de conocer a Albert Camus, a quien admiraba profundamente; y también a Miss France 1958 con quien salió a dar unas vueltas por París en el coche en que la señorita había ganado en el concurso. No solo de intelectuales vive el hombre.

Por la ruta de Mario Vargas Llosa en París (2da parte)

viernes, 8 de junio de 2012


Seguimos tras las huellas de Mario Vargas Llosa en París. En la entrada anterior habíamos llegado hasta el HOTEL WETTER, ubicado en la RUE SOMENNARD, lugar donde el escritor estuvo trabajando en su primera obra maestra LA CIUDAD Y LOS PERROS. Ahora toca continuar. Caminamos hasta llegar al final de la Somennard y allí doblamos hacia la RUE DES CARMES por donde bajamos sin detenernos hasta nuestro siguiente punto: el PANTHEON. Este lugar es un aporte que nosotros hacemos pues el INSTITUTO CERVANTES DE PARIS  no lo ha incluido en la ruta literaria que ha tenido a bien crear y del que, como hemos dicho, nos hemos valido.


Pantheon. París - Francia.
Este fabuloso edificio fue en sus inicios una iglesia y su construcción se debió al deseo de Luis XV de agradecer a santa Genoveva, patrona de París, el haberse recuperado de una grave enfermedad. El Pantheon pasó en varias ocasiones de las manos de la iglesia a las del Estado y del Estado a las de la iglesia hasta convertirse, finalmente, en un edificio civil. Su fachada fue hecha teniendo como modelo el Panteón romano, de allí su nombre. ¿Por qué venimos aquí? Pues porque en este lugar están enterrados muchos personajes relevantes en la historia y la cultura francesa como VOLTAIRE, ROUSSEAU, ZOLA o los esposos CURIE. Pero a nosotros nos interesa sobre todo porque allí yacen los restos de dos de los escritores que Mario siempre ha admirado: VICTOR HUGO y ANDRÉ MALRAUX. Los discursos de este último (“bellísimas piezas literarias”) son algo que Vargas Llosa recuerda con admiración.

PANTHEON. París - Francia.
PANTHEON. París - Francia.
"Me acuerdo de algunos discursos de Malraux absolutamente deslumbrantes, como un discurso que pronunció frente al Panteón cuando llegaron las cenizas de Jean Moulin, qué discurso tan conmovedor (...) ¡qué maravilla de discurso!".

Por la ruta de Mario Vargas Llosa en París (1era parte)

martes, 5 de junio de 2012


La ruta que sigue los pasos del novelista no puede tener un mejor inicio: la Île de la Cité; es decir, el mismo punto donde nació París. La isla parece un barco eternamente anclado que se une a la ciudad por varios puentes y, pese a su poca extensión, se encuentran allí muchos lugares históricos de indudable belleza. Uno de ellos es la famosísima Catedral de Notre-Dame desde cuyo atrio empezaremos a caminar. El paseante puede aprovechar en visitar el fantástico templo ya que la entrada es gratuita y puede también hacer malabares para sacarse la foto de rigor: cara sonriente con las torres y el rosetón oeste detrás; eso si la miríada de turistas, que caminan entusiasmados a la sombra de las quimeras, las 28 estatuas que representan a los reyes de Judá y las fascinantes imágenes pétreas que cuelgan en el Pórtico de la Virgen, no se nos ponen delante y nos echan a perder la toma.

Catedral de Notre-Dame. París - Francia.
Catedral de Notre-Dame. París - Francia.
Catedral de Notre-Dame. París - Francia.
Catedral de Notre-Dame. París - Francia.
Catedral de Notre-Dame. París - Francia.
Pues bien, desde el atrio solo hay que cruzar, a través del puente “Au double”, hacia la orilla izquierda del Sena, exactamente al Quai de Montebello, donde empieza oficialmente nuestra ruta ya que allí se encuentran los puestos de los bouquinistes, los libreros del Sena que venden libros de segunda mano a buen precio y originales souvenirs que hacen las delicias de los turistas. Mario les tiene mucho cariño a estos personajes, se los tuvo desde la primera vez que llegó a París tal y como lo cuenta en EL PEZ EN EL AGUA: “otra de las maravillas parisinas fueron para mí los bouquinistes del Sena… donde hice una buena provisión de libros que luego no sabía cómo meter en la maleta.”

Los bouquinistes. Paris - Francia
Los bouquinistes. Paris - Francia
Los bouquinistes. Paris - Francia

Por la ruta de Mario Vargas Llosa en París. Introducción.

sábado, 2 de junio de 2012


El primer recuerdo que tengo de Mario Vargas Llosa está relacionado a una bofetada. Estábamos con mi madre en Ayacucho visitando a nuestros parientes y por coincidencia esos días iba a haber un mitin político: Mario estaba en plena campaña presidencial y se atrevió a venir a un lugar como Ayacucho donde el miedo al terrorismo salvaje de Sendero Luminoso era cosa de todos los días.


Yo ya lo admiraba aún si haber leído gran cosa de su obra. O había leído solo alguno de sus cuentos y un puñado de fragmentos de sus novelas en los libros del colegio de mis hermanos mayores. Así que mi admiración por él no era tanto literaria sino más bien que se veía influenciado por mis hermanos y mis padres que cuando hablaban de política (en el Perú, como en tantos sitios, cuando se acercan elecciones no se habla de otra cosa) no dejaban de demostrar su entusiasmo por el escritor a quien veían como una esperanza, como aquél que pondría a nuestro atrasado país en camino hacia la modernidad. Un intelectual que traía puntos de vista nuevos y modernos que había adquirido durante su vida en Europa; que veía al Perú como una posibilidad, como un país que podía y debía asumir las razones de la libertad, la democracia y la tolerancia. Toda un conjunto de ideas que se colocaban en las antípodas del irresponsable populismo del partido aprista, que entonces gobernaba, y del salvaje mesianismo de los terroristas de Sendero Luminoso.

Mario Vargas Llosa en plena campaña presidencial. 
Era inevitable no sentirse atraído por esa figura que alababan mis parientes en detrimento de aquel oscuro ingeniero agrónomo salido de la nada que terminaría ganando las elecciones y tendría el gobierno más corrupto (que ya es decir mucho en el Perú), abusivo, autoritario y envilecedor de la historia republicana. Al final, ese hombrecillo que se convirtió en presidente sin tener un claro plan de gobierno, por lo que terminó haciendo todo aquello que prometió no hacer, acabó encarcelado como un simple truhán.



En el cementerio de Montparnasse

miércoles, 30 de mayo de 2012


Este no es solamente un buen lugar para los muertos. También lo es para los vivos. Pienso en ello mientras camino y veo a oficinistas que han salido a tomarse un descanso cambiando los ordenadores por una caminata entre cruces y bellas esculturas y hasta jubilados que se han sentado a calentar los huesos mientras leen los periódicos en los banquitos del cementerio de Montparnasse.

París debe ser la capital con los camposantos más famosos y más visitados del mundo. Claro, hay muchos otros cementerios en diferentes ciudades de Europa y del mundo que vale la pena conocer o visitar pero pocos tienen esa aura de leyenda que tienen los de la Ciudad Luz. Cuando dices “he ido a París”… no es raro que te pregunten “¿Y fuiste al cementerio ése donde están los famosos?”; además de preguntarte si has sido taaaan tonto de no haber ido a verle las orejas a Mickey, claro. 


Cementerio de Montparnasse. París - Francia.
Tumba de Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir. Cementerio de Montparnasse. París - Francia.

Cementerio de Montparnasse. París - Francia.

¿Por qué son tan afamados estos camposantos en París? Pues no solo por la belleza de sus esculturas funerarias y panteones sino sobre todo por el hecho de que en ellos se pueden encontrar una gran cantidad de tumbas de gente célebre e importante en la cultura, la política, el arte y la ciencia mundial. Deben ser de esos pocos lugares donde hay más genios (muertos) por metro cuadrado.

Y como a mí me encanta visitar cementerios cada vez que viajo a una ciudad (ya he explicado en alguna entrada el porqué así que no quiero caer pesado repitiéndolo) no iba dejar pasar la oportunidad de visitar algunos de ellos en la capital gala como los de Montparnasse, Montmartre y la de animales de Asnières que fue todo un “descubrimiento”; de las cosas más extrañas que he visto en mi vida.


Cementerio de Montparnasse. París - Francia.
Cementerio de Montparnasse. París - Francia.
Cementerio de Montparnasse. París - Francia.

Por la ruta de César Vallejo en París (2da parte)

sábado, 26 de mayo de 2012


En la entrada anterior habíamos llegado, siguiendo los pasos del gran César Vallejo, hasta el monumental JARDIN DES TUILERIES. Es momento ahora de cruzar el gran río Sena para dirigirse hacia la “rive gauche” (orilla izquierda), lugar que siempre ha estado asociado con los poetas, artistas y pensadores pero que hoy no es más que el rincón favorito de toda la pituquería (pijería) parisina y donde los aires de bohemia se han esfumado para dejarle sitio al ventarrón chic que ha levantado por las nubes los precios de todo; es seguro que los viejos bohemios y pobres poetas del ayer no podrían hoy pagarse ni un café en los restaurantes que pululan en la zona y viven de la leyenda de esta zona de París.

Desde las Tullerías hay que cruzar por algunos de los puentes que enlazan las dos orillas; en la ruta que ha elaborado el Instituto Cervantes se recomiendan los del Carrusel o el Royal pero nosotros cruzamos por el Pont Solférino que si bien es menos impresionante que los otros dos al menos es peatonal y, cosa curiosa, sus barandillas están llenas de cientos de candados en los que se han dibujado los nombres de varias parejas como símbolo de un amor eterno. Desde el puente se tiene una bonita vista del Musée de Orsay que es hacia donde nos dirigimos pero solo de pasada.

Pont Solférino. París - Francia
Pont Solférino. París - Francia
Tomamos la larga Quai Voltaire mientras miramos las barcas llenas de turistas que pasean por el plácido Sena y cruzan debajo de los arcos de los puentes Carrusel y del Royal. Luego de unos 10 minutos caminando llegamos hasta  la Rue des Saints-Pères por donde bajamos, en dirección al boulevard de Saint-Germain des Prés, hasta llegar a la facultad de medicina de la universidad René Descartes (ubicado en el número 45), que antiguamente fuera el HOSPITAL DE LA CHARITÉ. En este lugar Vallejo fue operado debido a una hemorragia intestinal que lo dejó al borde de la muerte. Sin duda, fue allí, en ese hospital, donde el poeta vivió las peores horas y días de su exilio parisino. Enfangado en un mundo de sombras, donde todo cambiaba para ser peor; donde no había esperanzas y la incertidumbre era el pan de cada día y, para colmo de males, sintiéndose esclavo de una soledad terrible que se ahondaba todavía más al saberse alejado de la gente que quería, de amigos que lo olvidaban, de promesas que no se cumplían.

“Parece que la mala suerte sigue empecinada en herirme. Esta carta la escribo desde el hospital de la Charité, Sala Boyer, cama 22, donde acabo de ser operado de una hemorragia intestinal.  He sufrido mi querido amigo, veinte días horribles de dolores físicos y abatimientos espirituales increíbles… Ahora, en la convalecencia, lloro a menudo por no importa qué causa cualquiera... A menudo me acuerdo de mi casa, de mis padres y cariños perdidos.” Carta a Pablo Abril de Vivero. 19 de Octubre de 1924.

Universidad René Descartes (antes el HOSPITAL DE LA CHARITÉ)
Universidad René Descartes (antes el HOSPITAL DE LA CHARITÉ)
Pero, ¿fue la experiencia parisina de Vallejo un solo de dolor y de tragedia?; ¿hubo, acaso, momentos en que la vida le dio una tregua y le permitió momentos de tranquilidad, de alegría, de entusiasmo?

Por la ruta de César Vallejo en París (1era Parte)

miércoles, 23 de mayo de 2012


¿Por qué se marchó a París?, ¿por qué tuvo la osadía de irse allí sin tener apenas contactos, amigos, ni saber francés, ni haber juntado suficiente dinero para sobrevivir? Porque pendía sobre él la amenaza de ir, una vez más, a la cárcel y, como ya lo dijimos en la INTRODUCCION  a esta Ruta Vallejiana (ver entrada anterior), por esa asfixia que sentía al vivir en un lugar como Lima: tan pacata y petulante, de un enanismo mental insufrible, provinciana y elitista, donde los grupos literarios más parecían sectas que destrozaban a los que se no escribían como ellos (casi como ahora, mira tú)… y Vallejo no escribía como ellos… felizmente.

Por pura suerte dejó el Perú. No tenía apenas dinero para hacer un viaje tan largo así que allí apareció la figura providencial de su amigo Julio Gálvez Orrego, conocido como Chino Gálvez, quien dividió su pasaje en primera por dos de tercera para llevárselo con él a “las Europas”. Poco se ha hablado de este amigo que tuvo este gesto fraternal con nuestro poeta. Se sabe que era un joven trujillano que durante la guerra civil española se alistó como voluntario republicano y apoyó en un hospital en las afueras de Madrid. Los franquistas le capturaron, fusilaron y arrojaron su cuerpo a una fosa común.



¿Necesitaba Vallejo irse a París para poder escribir como él lo hacía? No. De hecho llega a la capital francesa habiendo ya publicado TRILCE, esa obra ultra moderna y vanguardista que dejó a todos en el Perú patidifusos y desconcertados, y que motivó a muchos a menospreciarla por no entenderla. París no le convierte en el genio que ya era pero es allí donde su obra alcanza su plenitud pues la experiencia parisina fue estimulante, enriquecedora y esperanzadora aunque terminase siendo trágica.

Vivió allí pobre aunque tuvo épocas en donde no tuvo que preocuparse por lo económico. Pero aún en los momentos más angustiosos no dejó nunca de escribir, de ganarse la vida  a costa de su trabajo intelectual: escribe para periódicos que se demoran en pagarle o nunca lo hacen; funda revistas; desglosa un segmento de una novela inédita a la que no tenía en gran aprecio para poder venderla o concibe una novela en francés trufada de folklore y exotismo americano (“Hacia el reino de los Sciris”): “Mi dilema es el de todos los días: o me vendo o me arruino. Y aquí me he plantado porque ya me estoy arruinando. ¡Van a ser seis años que salí de América y cero!” le escribe a su generoso amigo, el diplomático Pablo Abril en mayo de 1929.

Foto de la página http://la-convencion.blogspot.com.es/
Y aunque aunque la pobreza en la cicatera París le fustiga prefiere eso a volver a Lima: “A todos los buenos no les es dable la dicha de vivir, aunque fuese muriéndose de hambre, lejos del mísero ambiente peruano… ¡Si por lo menos pudiésemos quedarnos en Europa para toda la vida!” le confiesa a Abril en una carta fechada en julio de 1927.

Una de las primeras personas que Vallejo conoce en París es ALFONSO SILVA SANTISTEBAN a quien lo unió una gran amistad por lo que le llegó a considerar “lo único grande que hasta ahora he hallado en Europa”. Juntos experimentaron las mieles y amarguras de los desheredados y nunca dejaron de sentir una recíproca admiración y cariño. Una de las anécdotas más singulares de este dúo es aquel en el que Silva, que ya vivía un tiempo en Francia, le recomienda al recién llegado Vallejo métodos para afrontar el diario sobrevivir, como por ejemplo quedarse en cama inmóvil y así ahorrar energía para mitigar la angustia del hambre. Al morir Silva, Vallejo le dedica un bello poema del cual una parte dice: “Palpablemente, / tu inolvidable cholo te oye andar / en París, te siente en el teléfono callar / y toca en el alambre a tu último acto / tomar peso, brindar / por la profundidad, por mí, por ti.”

Foto de la página http://www.periodistadigital.com/

Hecha esta introducción es hora de ponerse a caminar tras los pasos de CESAR VALLEJO en París. Empezamos esta ruta desde el histórico CAFÉ DE LA PAIX, ubicado en la esquina del boulevard Capucines y la Plaza de la Opera, que fuera frecuentado por Vallejo cuando trabajaba y vivía en los hoteles de los alrededores.

“Te escribo desde el café de la Opera, que está cerca de mi bureau. Ya van a ser las 11 y me voy a trabajar.” Carta a Juan Larrea. 26 de enero de 1926.

Frente al LA PAIX se puede ver el fastuoso edificio de la Opera, un lugar que más parece una gigantesca tarta de boda abandonada en medio del tráfago parisino. 

CAFÉ DE LA PAIX. París - Francia.
CAFÉ DE LA PAIX. París - Francia.
CAFÉ DE LA PAIX. París - Francia.
Antigua foto del CAFÉ DE LA PAIX. París - Francia. Foto de la página http://www.viajalo.es/blog/
LA OPERA. París - Francia
LA OPERA. París - Francia
Dejamos el afamado café y, luego de cruzar la plaza, nos adentrarnos en la ancha y larga avenida Opera (se recomienda caminar por la acera que está en la derecha) por donde llegaremos hasta el edificio ubicado en el número 11 que es en el que se localizaban las oficinas de la agencia de noticias LES GRANDS JOURNAUX IBÉRO-AMÉRICAINS donde Vallejo ejerció varios empleos humildes en 1925.

Callejeando en París 2 : Le Marais, Beaubourg, Île de la Cité

jueves, 17 de mayo de 2012


Vamos. Es hora de continuar nuestras andanzas por la vieja, fascinante y enloquecida París. El primer día de nuestro viaje ya habíamos recorrido, hasta acabar exhaustos, las zonas de LES INVALIDES junto a LES CHAMPS ELYSÉES, además de LES TUILERIES y L´OPERA (ver entrada anterior). El segundo día, sobre el que versará esta entrada, la pasamos caminando en la parte más vieja de París, es decir por aquella donde empezó su historia como ciudad. Empezamos la ruta en el barrio de LE MARAIS y continuaremos hasta la floreciente zona llamada BEAUBOURG para acabar en la ultra conocida ÎLE DE LA CITÉ desde donde avanzaremos hasta una isla más pequeña y menos conocida pero encantadora: la Île St-Louis. Empecemos.

Iniciamos la caminata de este día en la Place de la Bastille (hay una parada de metro allí que se llama justamente Bastille) a la que fuimos más por curiosidad histórica que atraídos por cualquier cosa que allí hubiese. Es una plaza sin mucho encanto y si uno busca el edificio de la Bastilla, con cuya toma se inició una de las grandes revoluciones de la historia, no encontrará nada de ello porque se destruyó. Solo se puede ver allí una columna de 53 metros que recuerda a las víctimas de la Revolución de 1830 y la OPERA NATIONAL BASTILLE.

Place de la Bastille. París - Francia.

Espiritismo, lujuria, muerte y coleccionismo en la plaza más bonita del mundo

Desde esta plaza tomamos la avenida Rue St. Antoine que nos llevó en unos minutos hasta la RUE DE BIRAGUE por donde entramos a la PLACE DES VOSGES, al que muchos consideran una de las más bellas del mundo. Quizás porque es perfectamente simétrica, por lo caro que es la renta o a saber por qué. Yo lo encontré muy bonita pero tampoco tanto como para decir que es la más bella del mundo. Hay allí 36 casas, todas de igual color y estilo, coronadas con unos techos de pizarra donde resaltan ventanillas y chimeneas. Estos edificios se levantan sobre macizas arcadas bajo las cuales hay varias (carísimas) tiendas de antigüedades y de arte. La casa más famosa en este sitio es la del Víctor Hugo, ubicada en el número 6. En este lugar vivió el gran escritor entre 1832 y 1848 y allí no solo escribió gran parte de LOS MISERABLES sino que también se dedicó a hacer espiritismo, algo por lo demás muy corriente en aquella época. Hoy su casa es un museo que se puede visitar. 

Place des Voges. París - Francia.
Place des Voges. París - Francia.
Place des Voges. París - Francia.

Place des Voges. París - Francia.
Place des Voges. París - Francia.
Pero el gran Hugo no fue el único famoso que vivió aquí; también fueron vecinos de esta plaza los escritores Théophile Gautier (cuya tumba visitamos en el cementerio de Montmartre, sobre el cual escribiré una entrada muy pronto) y Alphonse Daudet quienes vivieron en la casa número 12. Y en la 21 habitó el todopoderoso Cardenal Richeliu; desde aquella casa dirigía los destinos de Francia mientras era constantemente visitado por damas junto a las cuales se dedicaba al placer de desordenar las sábanas... los Cardenales, ya se sabe... Otros vecinos muy dados a este enjundioso placer fueron los duques de Sully quienes compraron el impresionante edificio en el que ahora está el hotel que lleva su nombre: allí ambos recibieron a amantes y demás fogosas amistades. Y si los gemidos eran música común intramuros, fuera, en las inmediaciones del parque, también lo era aunque el motivo que la causaba era completamente distinto: los duelos de espada con el que los hombres de París arreglaban sus cuentas. Como ven la plaza tiene un encanto que va más allá de lo arquitectónico: se fusionan allí historia, gran literatura, arte, sexo, sórdidas historias de violencia y tragedia; mezcla a la que la modernidad ha añadido arte y coleccionismo. 


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