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Tras las huellas de Franz Kafka en Praga (2da parte)

viernes, 29 de julio de 2016

Como recordarán los improbables lectores de este blog en la entrada anterior empecé a seguir las huellas de unos de mis escritores favoritos en su ciudad natal: Franz Kafka. Había llegado hasta la plaza principal de Praga, ahora continuaremos desde allí hasta... 

1.CASA DE SIXTO (CELETNÁ, 2)

Desde la plaza sale la larga calle llamada CELETNÁ, que es la que te lleva a la famosa TORRE DE LA PÓLVORA. Cuando Kafka vivía en Praga esta era una calle muy comercial. Y lo sigue siendo. En el edificio ubicado en el número 2 vivieron los Kafka entre septiembre de 1888 y hasta julio de 1889.



2.LA CASA “ZU DEN DREI KÖNIGEN” o CASA DE LOS TRES REYES (CELETNÁ, 3)

Justo al frente de la casa de Sixto se encuentra este edificio a donde los Kafka se volvieron a mudar. Esta vez en septiembre de 1892. Hermann Kafka tenía allí su ya floreciente negocio desde 1887.




Franz encontró muy acogedor este sitio pues aunque siendo muy joven poseía una habitación propia, sencilla, con lavamanos, mesa, ropero, librero y un escritorio.  La atmosfera ideal para empezar con la creación de sus primeros esbozos literarios.

La familia viviría aquí 15 años. El Kafka jovenzuelo que llegó se iría de allí ya siendo un estudiante universitario de 24 años.

3.LA UNIVERSIDAD DE PRAGA (ZELEZNÁ 9)

Si sigues subiendo por la misma Celetná unos metros más, encontrarás a tu derecha el número 9 que es donde se encuentran los edificios de la universidad de Praga, la primera al norte de los Alpes, donde estudió y se doctoró nuestro autor.

En un principio Kafka quiso estudiar química pero, aunque no quiso nunca ser abogado, inmediatamente se pasó a Derecho pues esta carrera le aseguraba un puesto en el aparato estatal.




Los exámenes finales le daban mucho estrés pues era un tiempo que, como lo recuerda en su “Carta al Padre”, “con abundante agobio para los nervios, se alimentaba espiritualmente de aserrín, (…) que además ya había sido premasticado por miles de bocas”.




Sigue subiendo por Celetná y voltea a tu derecha por la calle OVOCNÝ TRH que te llevará hasta…

4.EL TRIBUNAL TERRITORIAL CIVIL (OVOCNÝ TRH, 14)

Este bonito edificio se encuentra en una plaza amplia y de piso empedrado que solía ser el mercado de la fruta. En ese lugar es que se encontraba el tribunal en donde Kafka empezó en octubre de 1906 a hacer sus prácticas como jurista.

Esa época de entrenamiento duró un año y no le causó gran satisfacción al escritor, pensaba que en ese tiempo iba a “perecer como un perro”. Pero al menos sirvió de algo: los pasillos largos y las salas de audiencia seguro fueron el combustible para su creativa imaginación: quizás de aquí nació la idea para escribir la fascinante novela “El proceso”.




Continúa por esa especie de calle – plaza hasta la número 3 de la que es donde se encuentra el KAROLINUM, otro lugar donde estudió nuestro escritor.

Sigue bajando dos calles hasta MELANTRICHOVA y voltea a tu izquierda. La callé cambiará de nombre (MÚSTKU) hasta llegar a la parada de Metro de MUSTEK y detrás encontrarás VÁKLAVSKE NAM, o PLAZA WENCESLAO, que es un boulevard ancho, largo y bastante animado.




5. LA ASSICURAZIONI GENERALI (Plaza Wenceslao 19).

Ya siendo doctor Kafka entró a trabajar en esta aseguradora. En realidad consiguió un puesto allí gracias a la influencia de su familia (quizás también gracias a Max Brod, otra cosa que el bueno de Franz tendría que agradecerle) ya que nuestro hombre no tenía las mejores notas.



Así que empezó a trabajar en esta empresa que tenía su local en este bello palacete. Allí desempeñó un trabajo “triste”, de ocho a ocho, y con unas vacaciones de 7 días al año, mientras soñaba con irse a países lejanos donde pudiera ver por la ventana “cementerios islámicos” o “campos de caña de azúcar”.

Unos metros más abajo, siempre en el mismo lado de la plaza llegarás a…

Tras las huellas de Franz Kafka en Praga (1era parte)

martes, 12 de julio de 2016

“Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto.” Recuerdo muy bien este pasmoso arranque del librito aquel que alguno de mis hermanos dejó en la biblioteca de la casa de mi infancia. Creo que lo que me impactó fue la naturalidad con la que el escritor contaba una cosa tan horrible; como si estuviese contando una anécdota fútil.

Con los años le fui siguiendo la pista a este narrador y allí donde haya estado seguí leyendo sus libros con tanto interés que prácticamente devine un apasionado de sus obras. Y, fetichista literario como soy (ya he hecho varias rutas literarias en otras ciudades), decidí un buen día que tenía que seguir sus pasos allí por donde él habría vivido o estado. Seguí el llamado kafkiano. Y al conocer su ciudad pude entender mejor muchas cosas sobre su vida y obra. Y sí pues, aunque parezca un cliché debo decirlo: Kafka es Praga y Praga es Kafka.




Por eso, ayudado por el extraordinario libro “Franz Kafka y Praga” de Harald Salfellner, hice varias incursiones por la vieja y bella Praga siguiendo las huellas del fascinante Franz Kafka. Y de todo ello les dejo aquí estas entradas con la esperanza de que les sirva por si también desean hacer lo mismo. Les aseguro que no tiene pierde.

1. LA CASITA DE LA CALLEJUELA DEL ORO (Zlata ulicka 22)

Posiblemente el espacio kafkiano más conocido de Praga y el más famoso hasta entre los que nunca leyeron a Kafka. Como ya lo escribí en la entrada sobre EL CASTILLO, el gran Franz huía de las angustias de la ciudad y se refugiaba en este pequeño espacio de quince metros cuadrados que había sido rentado por su hermana. Allí es donde escribió muchos de los cuentos de “Un médico rural”, publicado en 1920.






Al escritor no le gustó a primera vista el sitio, le encontraba “todos los defectos posibles”. Pero poco a poco se enamoró del lugar y se creó el hábito de escribir siempre hasta las primeras horas de la madrugada. Luego bajaba por “la vieja escalinata del castillo” hasta llegar a su casa. Hay allí ahora una librería en la compré la guía literaria que tanto me ha  servido para armar este recorrido.

Interio de la casa de la callejuela de Oro. Hoy es una librería.

Hay que bajar desde El Castillo hasta el río mismo. Allí se debe caminar hasta el Cechuv most (PUENTE CHECO) para cruzar hasta la otra orilla. La extensión del puente es la calle Parizska (París) donde se ubica…

2. LA CASA ZUM SCHIFF (Casa del Barco, Parizska 36).

A esta casa se mudó la familia Kafka en 1907. Era una de las primeras lujosas casas de habitación hechas para alquilar. Lamentablemente fue destruida durante los últimos días de la Segunda Guerra y se levantó en su lugar, en los años 70 del siglo pasado, un hotel que hasta ahora se puede encontrar.


Vista del Puente Checo que Kafka debió haber tenido en la casa donde escribió La Metamorfosis.
Es importante ver este sitio porque fue allí donde Kafka escribió ni más ni menos que LA CONDENA y, sobre todo, LA METAMORFOSIS… sí, la novelita en la que Samsa se convierte en un monstruoso insecto y que tanto me impactó cuando niño, tal y como lo conté al inicio de esta entrada.

Al igual que el pobre Gregorio, Kafka “vivía en una habitación alta con las puertas laterales que se abrían a una habitación a la derecha y otra a la izquierda…”  El panorama que el escritor podía haber visto desde allí debe seguir siendo el mismo tal y como lo vemos ahora: el río y sus barcos, la escuela de Natación adonde le gustaba ir en verano, más allá la Torre del Belvedere en la cima del cerro de verdes laderas, la catedral de San Vito y el Castillo de Praga.




Pero entremos más en las entrañas de la ciudad, siguiendo por la misma calle Pariszka podemos llegar hasta…

3. LA VIEJA-NUEVA SINAGOGA (Cervená, Staré Mesto)

Como escribí en la entradasobre el BARRIO JUDIO, esta sinagoga es considerada la más antigua de Europa. Es posible visitarla pero comprando un ticket exclusivo pues hay otra entrada general que permite el acceso a las otras sinagogas del barrio. En sus diarios, Kafka nos cuenta el ambiente festivo que había en este lugar, sobre todo durante el Kolnidre (rezo judío).




Justo al frente de este templo se encuentra…

Por la ruta de Mario Vargas Llosa en París (Fuera de ruta)

lunes, 11 de junio de 2012


Será esta la última entrada sobre LA RUTA DE VARGAS LLOSA EN PARIS. Todos estos sitios los dejé de lado no porque les faltara relevancia sino más bien porque están algo alejados de la ruta principal e ir hasta ellos significaría desviarse kilómetros y kilómetros por lo que se me ocurrió ponerlos en esta especie de apartado. Debo decir que también el INSTITUTO CERVANTES DE PARIS ha considerado poner a 2 de estos lugares fuera de la ruta vargasllosiana que ha creado y que hemos seguido. Lo que no consideró, y es un humilde aporte de este escriba, es el cementerio de animales del que hablo al final de esta entrada. Espero que les sirva o que al menos les de la curiosidad por visitar alguno de estos sitios si pasan cerca de ellos cuando estén callejeando por París.

El HOTEL NAPOLEON

La primera vez que Mario Vargas Llosa viajó a París fue en 1957 al ganar un concurso de cuentos organizado por LA REVUE FRANCAISE. El relato que había presentado era EL DESAFIO, que está en el primer libro que publicó: LOS JEFES.

Fue André Coyné, gran amigo del extraordinario poeta peruano César Moro, quien tradujo EL DESAFIO al francés pero Georgette Vallejo, viuda del poeta César Vallejo de quien hemos hablado en entradas anteriores y cuyas huellas en París también hemos seguido, fue quien mejoró la traducción. Como dijimos en esa entrada Vargas Llosa era amigo de Georgette aunque hubo algún tiempo en que se distanciaron pues ser amigo de esta mujer era, a decir del novelista, “como atravesar un campo de brasas ardientes”

El escritor Luis Loayza, amigo de Varga Llosa, fue quien le dio la buena nueva de que se iba a París:

“Dudo que, antes o después, me haya exaltado tanto alguna noticia como aquélla. Iba a poner los pies en la ciudad soñada, en el país mítico donde habían nacido los escritores que más admirada”


HOTEL NAPOLEON. París - Francia.

Le llevó dos días arribar a París. Cuando allí llegó le recogió MONSIEUR PROUVERELLE, el director de LA REVUE FRANCAISE. Este hombre le llevó hasta el lujoso HOTEL NAPOLEON, en la avenue FRIEDLAND, donde nuestro escritor pasaría los quince días a que daba derecho su premio. La habitación tenía vistas a la avenida y desde allí podía ver el Arco del Triunfo. Se quedó hospedado allí 15 días más y durante ese mes Vargas Llosa tuvo la oportunidad de conocer a Albert Camus, a quien admiraba profundamente; y también a Miss France 1958 con quien salió a dar unas vueltas por París en el coche en que la señorita había ganado en el concurso. No solo de intelectuales vive el hombre.

Por la ruta de Mario Vargas Llosa en París (2da parte)

viernes, 8 de junio de 2012


Seguimos tras las huellas de Mario Vargas Llosa en París. En la entrada anterior habíamos llegado hasta el HOTEL WETTER, ubicado en la RUE SOMENNARD, lugar donde el escritor estuvo trabajando en su primera obra maestra LA CIUDAD Y LOS PERROS. Ahora toca continuar. Caminamos hasta llegar al final de la Somennard y allí doblamos hacia la RUE DES CARMES por donde bajamos sin detenernos hasta nuestro siguiente punto: el PANTHEON. Este lugar es un aporte que nosotros hacemos pues el INSTITUTO CERVANTES DE PARIS  no lo ha incluido en la ruta literaria que ha tenido a bien crear y del que, como hemos dicho, nos hemos valido.


Pantheon. París - Francia.
Este fabuloso edificio fue en sus inicios una iglesia y su construcción se debió al deseo de Luis XV de agradecer a santa Genoveva, patrona de París, el haberse recuperado de una grave enfermedad. El Pantheon pasó en varias ocasiones de las manos de la iglesia a las del Estado y del Estado a las de la iglesia hasta convertirse, finalmente, en un edificio civil. Su fachada fue hecha teniendo como modelo el Panteón romano, de allí su nombre. ¿Por qué venimos aquí? Pues porque en este lugar están enterrados muchos personajes relevantes en la historia y la cultura francesa como VOLTAIRE, ROUSSEAU, ZOLA o los esposos CURIE. Pero a nosotros nos interesa sobre todo porque allí yacen los restos de dos de los escritores que Mario siempre ha admirado: VICTOR HUGO y ANDRÉ MALRAUX. Los discursos de este último (“bellísimas piezas literarias”) son algo que Vargas Llosa recuerda con admiración.

PANTHEON. París - Francia.
PANTHEON. París - Francia.
"Me acuerdo de algunos discursos de Malraux absolutamente deslumbrantes, como un discurso que pronunció frente al Panteón cuando llegaron las cenizas de Jean Moulin, qué discurso tan conmovedor (...) ¡qué maravilla de discurso!".

Por la ruta de Mario Vargas Llosa en París (1era parte)

martes, 5 de junio de 2012


La ruta que sigue los pasos del novelista no puede tener un mejor inicio: la Île de la Cité; es decir, el mismo punto donde nació París. La isla parece un barco eternamente anclado que se une a la ciudad por varios puentes y, pese a su poca extensión, se encuentran allí muchos lugares históricos de indudable belleza. Uno de ellos es la famosísima Catedral de Notre-Dame desde cuyo atrio empezaremos a caminar. El paseante puede aprovechar en visitar el fantástico templo ya que la entrada es gratuita y puede también hacer malabares para sacarse la foto de rigor: cara sonriente con las torres y el rosetón oeste detrás; eso si la miríada de turistas, que caminan entusiasmados a la sombra de las quimeras, las 28 estatuas que representan a los reyes de Judá y las fascinantes imágenes pétreas que cuelgan en el Pórtico de la Virgen, no se nos ponen delante y nos echan a perder la toma.

Catedral de Notre-Dame. París - Francia.
Catedral de Notre-Dame. París - Francia.
Catedral de Notre-Dame. París - Francia.
Catedral de Notre-Dame. París - Francia.
Catedral de Notre-Dame. París - Francia.
Pues bien, desde el atrio solo hay que cruzar, a través del puente “Au double”, hacia la orilla izquierda del Sena, exactamente al Quai de Montebello, donde empieza oficialmente nuestra ruta ya que allí se encuentran los puestos de los bouquinistes, los libreros del Sena que venden libros de segunda mano a buen precio y originales souvenirs que hacen las delicias de los turistas. Mario les tiene mucho cariño a estos personajes, se los tuvo desde la primera vez que llegó a París tal y como lo cuenta en EL PEZ EN EL AGUA: “otra de las maravillas parisinas fueron para mí los bouquinistes del Sena… donde hice una buena provisión de libros que luego no sabía cómo meter en la maleta.”

Los bouquinistes. Paris - Francia
Los bouquinistes. Paris - Francia
Los bouquinistes. Paris - Francia

Por la ruta de Mario Vargas Llosa en París. Introducción.

sábado, 2 de junio de 2012


El primer recuerdo que tengo de Mario Vargas Llosa está relacionado a una bofetada. Estábamos con mi madre en Ayacucho visitando a nuestros parientes y por coincidencia esos días iba a haber un mitin político: Mario estaba en plena campaña presidencial y se atrevió a venir a un lugar como Ayacucho donde el miedo al terrorismo salvaje de Sendero Luminoso era cosa de todos los días.


Yo ya lo admiraba aún si haber leído gran cosa de su obra. O había leído solo alguno de sus cuentos y un puñado de fragmentos de sus novelas en los libros del colegio de mis hermanos mayores. Así que mi admiración por él no era tanto literaria sino más bien que se veía influenciado por mis hermanos y mis padres que cuando hablaban de política (en el Perú, como en tantos sitios, cuando se acercan elecciones no se habla de otra cosa) no dejaban de demostrar su entusiasmo por el escritor a quien veían como una esperanza, como aquél que pondría a nuestro atrasado país en camino hacia la modernidad. Un intelectual que traía puntos de vista nuevos y modernos que había adquirido durante su vida en Europa; que veía al Perú como una posibilidad, como un país que podía y debía asumir las razones de la libertad, la democracia y la tolerancia. Toda un conjunto de ideas que se colocaban en las antípodas del irresponsable populismo del partido aprista, que entonces gobernaba, y del salvaje mesianismo de los terroristas de Sendero Luminoso.

Mario Vargas Llosa en plena campaña presidencial. 
Era inevitable no sentirse atraído por esa figura que alababan mis parientes en detrimento de aquel oscuro ingeniero agrónomo salido de la nada que terminaría ganando las elecciones y tendría el gobierno más corrupto (que ya es decir mucho en el Perú), abusivo, autoritario y envilecedor de la historia republicana. Al final, ese hombrecillo que se convirtió en presidente sin tener un claro plan de gobierno, por lo que terminó haciendo todo aquello que prometió no hacer, acabó encarcelado como un simple truhán.



Por la ruta de César Vallejo en París (2da parte)

sábado, 26 de mayo de 2012


En la entrada anterior habíamos llegado, siguiendo los pasos del gran César Vallejo, hasta el monumental JARDIN DES TUILERIES. Es momento ahora de cruzar el gran río Sena para dirigirse hacia la “rive gauche” (orilla izquierda), lugar que siempre ha estado asociado con los poetas, artistas y pensadores pero que hoy no es más que el rincón favorito de toda la pituquería (pijería) parisina y donde los aires de bohemia se han esfumado para dejarle sitio al ventarrón chic que ha levantado por las nubes los precios de todo; es seguro que los viejos bohemios y pobres poetas del ayer no podrían hoy pagarse ni un café en los restaurantes que pululan en la zona y viven de la leyenda de esta zona de París.

Desde las Tullerías hay que cruzar por algunos de los puentes que enlazan las dos orillas; en la ruta que ha elaborado el Instituto Cervantes se recomiendan los del Carrusel o el Royal pero nosotros cruzamos por el Pont Solférino que si bien es menos impresionante que los otros dos al menos es peatonal y, cosa curiosa, sus barandillas están llenas de cientos de candados en los que se han dibujado los nombres de varias parejas como símbolo de un amor eterno. Desde el puente se tiene una bonita vista del Musée de Orsay que es hacia donde nos dirigimos pero solo de pasada.

Pont Solférino. París - Francia
Pont Solférino. París - Francia
Tomamos la larga Quai Voltaire mientras miramos las barcas llenas de turistas que pasean por el plácido Sena y cruzan debajo de los arcos de los puentes Carrusel y del Royal. Luego de unos 10 minutos caminando llegamos hasta  la Rue des Saints-Pères por donde bajamos, en dirección al boulevard de Saint-Germain des Prés, hasta llegar a la facultad de medicina de la universidad René Descartes (ubicado en el número 45), que antiguamente fuera el HOSPITAL DE LA CHARITÉ. En este lugar Vallejo fue operado debido a una hemorragia intestinal que lo dejó al borde de la muerte. Sin duda, fue allí, en ese hospital, donde el poeta vivió las peores horas y días de su exilio parisino. Enfangado en un mundo de sombras, donde todo cambiaba para ser peor; donde no había esperanzas y la incertidumbre era el pan de cada día y, para colmo de males, sintiéndose esclavo de una soledad terrible que se ahondaba todavía más al saberse alejado de la gente que quería, de amigos que lo olvidaban, de promesas que no se cumplían.

“Parece que la mala suerte sigue empecinada en herirme. Esta carta la escribo desde el hospital de la Charité, Sala Boyer, cama 22, donde acabo de ser operado de una hemorragia intestinal.  He sufrido mi querido amigo, veinte días horribles de dolores físicos y abatimientos espirituales increíbles… Ahora, en la convalecencia, lloro a menudo por no importa qué causa cualquiera... A menudo me acuerdo de mi casa, de mis padres y cariños perdidos.” Carta a Pablo Abril de Vivero. 19 de Octubre de 1924.

Universidad René Descartes (antes el HOSPITAL DE LA CHARITÉ)
Universidad René Descartes (antes el HOSPITAL DE LA CHARITÉ)
Pero, ¿fue la experiencia parisina de Vallejo un solo de dolor y de tragedia?; ¿hubo, acaso, momentos en que la vida le dio una tregua y le permitió momentos de tranquilidad, de alegría, de entusiasmo?

Por la ruta de César Vallejo en París (1era Parte)

miércoles, 23 de mayo de 2012


¿Por qué se marchó a París?, ¿por qué tuvo la osadía de irse allí sin tener apenas contactos, amigos, ni saber francés, ni haber juntado suficiente dinero para sobrevivir? Porque pendía sobre él la amenaza de ir, una vez más, a la cárcel y, como ya lo dijimos en la INTRODUCCION  a esta Ruta Vallejiana (ver entrada anterior), por esa asfixia que sentía al vivir en un lugar como Lima: tan pacata y petulante, de un enanismo mental insufrible, provinciana y elitista, donde los grupos literarios más parecían sectas que destrozaban a los que se no escribían como ellos (casi como ahora, mira tú)… y Vallejo no escribía como ellos… felizmente.

Por pura suerte dejó el Perú. No tenía apenas dinero para hacer un viaje tan largo así que allí apareció la figura providencial de su amigo Julio Gálvez Orrego, conocido como Chino Gálvez, quien dividió su pasaje en primera por dos de tercera para llevárselo con él a “las Europas”. Poco se ha hablado de este amigo que tuvo este gesto fraternal con nuestro poeta. Se sabe que era un joven trujillano que durante la guerra civil española se alistó como voluntario republicano y apoyó en un hospital en las afueras de Madrid. Los franquistas le capturaron, fusilaron y arrojaron su cuerpo a una fosa común.



¿Necesitaba Vallejo irse a París para poder escribir como él lo hacía? No. De hecho llega a la capital francesa habiendo ya publicado TRILCE, esa obra ultra moderna y vanguardista que dejó a todos en el Perú patidifusos y desconcertados, y que motivó a muchos a menospreciarla por no entenderla. París no le convierte en el genio que ya era pero es allí donde su obra alcanza su plenitud pues la experiencia parisina fue estimulante, enriquecedora y esperanzadora aunque terminase siendo trágica.

Vivió allí pobre aunque tuvo épocas en donde no tuvo que preocuparse por lo económico. Pero aún en los momentos más angustiosos no dejó nunca de escribir, de ganarse la vida  a costa de su trabajo intelectual: escribe para periódicos que se demoran en pagarle o nunca lo hacen; funda revistas; desglosa un segmento de una novela inédita a la que no tenía en gran aprecio para poder venderla o concibe una novela en francés trufada de folklore y exotismo americano (“Hacia el reino de los Sciris”): “Mi dilema es el de todos los días: o me vendo o me arruino. Y aquí me he plantado porque ya me estoy arruinando. ¡Van a ser seis años que salí de América y cero!” le escribe a su generoso amigo, el diplomático Pablo Abril en mayo de 1929.

Foto de la página http://la-convencion.blogspot.com.es/
Y aunque aunque la pobreza en la cicatera París le fustiga prefiere eso a volver a Lima: “A todos los buenos no les es dable la dicha de vivir, aunque fuese muriéndose de hambre, lejos del mísero ambiente peruano… ¡Si por lo menos pudiésemos quedarnos en Europa para toda la vida!” le confiesa a Abril en una carta fechada en julio de 1927.

Una de las primeras personas que Vallejo conoce en París es ALFONSO SILVA SANTISTEBAN a quien lo unió una gran amistad por lo que le llegó a considerar “lo único grande que hasta ahora he hallado en Europa”. Juntos experimentaron las mieles y amarguras de los desheredados y nunca dejaron de sentir una recíproca admiración y cariño. Una de las anécdotas más singulares de este dúo es aquel en el que Silva, que ya vivía un tiempo en Francia, le recomienda al recién llegado Vallejo métodos para afrontar el diario sobrevivir, como por ejemplo quedarse en cama inmóvil y así ahorrar energía para mitigar la angustia del hambre. Al morir Silva, Vallejo le dedica un bello poema del cual una parte dice: “Palpablemente, / tu inolvidable cholo te oye andar / en París, te siente en el teléfono callar / y toca en el alambre a tu último acto / tomar peso, brindar / por la profundidad, por mí, por ti.”

Foto de la página http://www.periodistadigital.com/

Hecha esta introducción es hora de ponerse a caminar tras los pasos de CESAR VALLEJO en París. Empezamos esta ruta desde el histórico CAFÉ DE LA PAIX, ubicado en la esquina del boulevard Capucines y la Plaza de la Opera, que fuera frecuentado por Vallejo cuando trabajaba y vivía en los hoteles de los alrededores.

“Te escribo desde el café de la Opera, que está cerca de mi bureau. Ya van a ser las 11 y me voy a trabajar.” Carta a Juan Larrea. 26 de enero de 1926.

Frente al LA PAIX se puede ver el fastuoso edificio de la Opera, un lugar que más parece una gigantesca tarta de boda abandonada en medio del tráfago parisino. 

CAFÉ DE LA PAIX. París - Francia.
CAFÉ DE LA PAIX. París - Francia.
CAFÉ DE LA PAIX. París - Francia.
Antigua foto del CAFÉ DE LA PAIX. París - Francia. Foto de la página http://www.viajalo.es/blog/
LA OPERA. París - Francia
LA OPERA. París - Francia
Dejamos el afamado café y, luego de cruzar la plaza, nos adentrarnos en la ancha y larga avenida Opera (se recomienda caminar por la acera que está en la derecha) por donde llegaremos hasta el edificio ubicado en el número 11 que es en el que se localizaban las oficinas de la agencia de noticias LES GRANDS JOURNAUX IBÉRO-AMÉRICAINS donde Vallejo ejerció varios empleos humildes en 1925.

Por la ruta de César Vallejo en París. Introducción.

sábado, 19 de mayo de 2012


Recuerdo haber visto su rostro pintado en las paredes acompañando consignas políticas; en los afiches de los salones de clase; en la sección cultural de los periódicos y en los billetes y camisetas; en la puerta de entrada de un colegio público que había sido denominado haciendo uso de su nombre. Recuerdo que era una cosa obligatoria aprenderse de memoria sus poemas y declamarlos aunque no entendieras nada ni nadie se preocupara en ayudarte a "descifrar" sus metáforas y su relevancia como artista. Todos lo conocían aunque nadie lo había leído; hasta los muchachos que nunca habíamos pasado de leer el diario deportivo llevábamos la imagen de su rostro en la camiseta de algún equipo de fulbito del barrio y no teníamos ni idea de qué había escrito pero sabíamos quién era: un poeta o escritor o algo así, ¿no?



Camisetas con la imagen de Vallejo.  Foto de la página http://elpais.com/   

Llegó la secundaria y el interés por la lectura se me agudizó y entonces empecé a leerlo más y mejor aunque con las obvias limitaciones que una mente adolescente puede arrastrar. Luego leí alguna que otra cosa que me “tradujese” sus poemas y poco a poco se me fue revelando ese sol negro que destellaba detrás de toda esas palabras que en su momento me parecieron cabalísticas, difíciles, impenetrables. Ese fue un gran momento y lo admiré más: César Vallejo, o mejor dicho, sus palabras, entraron a formar parte de lo más alto de esa jerarquía de querencias literarias que me he inventado. Como ven, él debe ser uno de esos extraños casos de poetas que tienen una presencia perenne y son admirados en lugares donde ni siquiera se leen sus libros porque los libros normalmente brillaban por su ausencia en barrios bastante complicados como en el que me tocó vivir. Hablo de Comas, un barrio de la periferia limeña. (Hay un divertido y pequeño escrito de David Valdez que ilustra muy bien esto: "Un lugar llamado César Vallejo"


Flaco favor le hizo quien le denominase: “Poeta del dolor humano”; y además de ello se quedó corto. Desde entonces los peruanos lo hemos querido ver como una especie de imagen que representa una supuesta identidad nacional basada en el sufrimiento y el dolor. Para ello hemos usado hasta el hartazgo su imagen y la leyenda de su vida de cholo inmigrante y pobre que padece todas las injusticias del poderoso. Él (su vida, no su obra) es una especie de hilo que sirve para unir y remendar la desestructurada, dividida y fragmentada identidad peruana… aunque muchos allí ni lo hayan leído. ¡Ah! Perú, Perú. País sin igual para las contradicciones. Nos inventamos señas de identidad usando íconos que están alejadísimos de la idea de “lo peruano”. Sí, claro que sí; porque, ¿qué es menos peruano y más cosmopolita que un hombre que escribe versos casi siempre libres del colorismo local y que, más bien, experimenta e inventa una rabiosa modernidad que desafía a lo mejor de la cultura vanguardista del primer mundo con esos poemas que apenas podrían ser entendidos por la inmensa mayoría del pueblo peruano?, ¿Qué es más sofisticado que un hombre que se sumerge en el ideario del comunismo ruso y español y que apenas si se interesa por la vida política del Perú, país conservador donde los haya y donde cualquier atisbo de cambio era abortado casi de inmediato?, ¿Qué está en las antípodas de la idea de identidad peruana que este hombre a quien su propio país trató de la peor manera y adonde ni siquiera tuvo la intención de volver (y espero que no lo haga ni después de muerto y que sus restos sigan donde deben estar)?

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