Vilca:: de nuevo en los paraísos del agua

sábado, 28 de abril de 2012


Desde HUANCAYA (ver entrada anterior) se puede visitar otro pueblo de belleza similar, se llama VILCA y está a 17 kilómetros, río Cañete arriba. Lamentablemente no hay muchos vehículos que comuniquen con frecuencia ambos lugares y menos aún cuando en Huancaya hay fiestas (un taxi puede cobrar entre 60 a 70 soles, ida y vuelta y con espera). Ir y volver a pie significaba caminar 34 kilómetros, los cuales se nos hacían demasiado para un día por lo que decidimos solo caminar los 7 primeros kilómetros del camino para darnos una idea de la belleza del lugar y sus lagunas que ya se han hecho bastante famosas aunque sean todavía poco visitadas.

 
Iniciamos la caminata y apenas dejamos Huancaya pudimos ver las primeras manifestaciones de belleza acuática que el río Cañete, en su lento y sosegado discurrir por las sierras limeñas, nos regala: pozos de agua esmeralda y turquesa; verdes islitas cercadas por los muchos brazos en que el río se desmenuza;  caídas de agua cuyo espumoso y albo color se puede apreciar a muchos kilómetros.

De Huancaya a Vilca. Perú.
De Huancaya a Vilca. Perú.
Dos horas después de haber empezado a andar vimos que el río dejaba de ser esa desordenada conjunción de filamentos espumosos para convertirse en una sola y ancha planicie de agua; tan amplia que la cabalgata de nubes que pasaba sobre nosotros se reflejaba entera en su piel esmeralda. Mientras tanto, saliendo raudos de sus escondites horadados en los cerros, un grupo de loritos cruzaban velozmente el en cielo parloteando su música chillona. El paisaje se sacudía constantemente, todo lo lejano parecía vibrar azuzado por un fuego invisible que emanaba, vehemente, el sol de mediodía. Silencio, se viaja a pie, se disfruta de cada pisada. Nos paramos a contemplar el paisaje mirando al mundo que de pronto se había convertido en absoluta belleza. Ya lo dijo bien el alemán Peter Handke en su libro “Ayer, de camino”: Cuando te mueves en los lugares adecuados, en el tiempo adecuado, en la luz adecuada, el mundo, todavía, se convierte en cuento.

Huancaya: magia y color del agua

miércoles, 25 de abril de 2012

En la entrada anterior contamos nuestra experiencia en Lunahuaná, pueblo costero en donde empezarían nuestras aventuras por la RESERVA PAISAJISTICA NOR YAUYOS COCHAS. Desde allí habíamos salido, luego de una larga espera, rumbo a Calachota adonde llegamos a las 11 y 10 de la mañana, es decir que hicimos un viaje de 40 minutos. En este pueblo teníamos que esperar por algún otro carro para continuar el viaje hasta Yauyos y por fortuna, 10 minutos más tarde, llegó un minibús de la empresa PERU EXPRESS (pasaje: 5 soles). El viajero que se aventure por ciertos sitios poco frecuentados del Perú tiene que saber que allí se impone como una ley imponderable el azar, la suerte, la coincidencia; y que tiene que bailar al ritmo que ellos imponen. Puede que aparezca un bus en 10 minutos o en 10 horas; puede que te quedes varado varios días en un lugar por una huelga o que pase un camionero y te lleva en lo que menos esperas hasta tu siguiente destino. Así que paciencia amigos y a disfrutar el viaje que, como se sabe, no importa tanto el destino como el recorrido.
 
El minibús pasó por varios pueblos pequeños de los cuales el principal es MAGDALENA, desde donde se empieza a subir por la empinada ladera de un cerro hasta alcanzar Yauyos que es la ciudad más grande de toda esta zona por ser la capital de la provincia del mismo nombre. Como dije en la entrada anterior solo queríamos llegar a este lugar para conseguir un vehículo que nos llevase hasta HUANCAYA, así que penas llegados a Yauyos (12 y 30 p.m.) tomamos un taxi-colectivo hacia HUANCAYA, el cual salió 10 minutos más tarde (ver DATOS UTILES abajo). Según el chofer siempre hay este servicio pero en esta oportunidad había más frecuencia porque en Huancaya celebraban la fiesta de SAN JUAN (24 de junio, dura del 23 al 26, tenerlo en cuenta). El coche partió y bajó de regreso a Magdalena y luego empezó el ascenso hacia las fascinantes sierras de la reserva. 

Vista de Yauyos. Foto de la página http://yauyosenlanoticia.blogspot.com.es/
Pasamos por LLAPAY que es un lugar que bien puede servir como base para explorar la zona ya que cuenta con un par de hospedajes y restaurantes y porque desde allí se pueden conseguir taxis para CARANIA por el que te cobran entre  70  a 80 soles (ida y vuelta y con espera); aparentemente solo se ofrece ese servicio muy temprano, entre 7 u 8 de la mañana. También nos dijeron que se puede coger un camión que según nos dijeron pasa siempre por allí a mediodía. Damos esta información porque Carania fue el único pueblo de la reserva que no pudimos visitar por falta de tiempo. Otro lugar a donde se puede ir desde Llapay es Laraos, bello villorrio que sí tuvimos la suerte de visitar y del que hablaremos en una futura entrada.

Lamentablemente el coche se averió cerca de la hermosa laguna de PIQUECOCHA y tuvimos que tomar una combi que, repleta de gente y de cajas de cerveza, subía hacia Huancaya; pagamos 5 soles más. Simpático viaje. No perderse la vista de la espectacular laguna ni la de la los andenes ubicados a la entrada del pueblo de VITIS, ¡Increíbles!


Cerca de la laguna Piquecocha, donde se averió el coche que nos llevaba a Huancaya.

Laguna Piquecocha. Foto de la página http://www.panoramio.com
Por fin llegamos a Huancaya y, como ya sabíamos, el pueblo estaba de fiesta por el día de San Juan. Todo era música, sonidos de cohetes, bombardas y mucha gente caminando con un paso sospechosamente inestable. Este lugar puede ser considerado la “capital turística”  de la reserva Nor Yauyos – Cochas y una buena base de operaciones para explorarla.


Huancaya

Buscamos hospedaje en el ALBERGUE MUNICIPAL pero no había nadie que atendiera. Luego, por pura casualidad, encontramos a la señora Maribel quien trabaja en el Puesto de salud y que dirige el HOSPEDAJE MARIBEL, al final de la calle TUPAC AMARU, a 2 calles de la plaza; ver detalles en DATOS UTILES, abajo.

En Lunahuana : tierra de luz

sábado, 21 de abril de 2012


No nos detenemos y seguimos buscando conocer un “Perú Secreto” y a precio de mochilero. Ahora, apuntamos rumbo sur - este para visitar la cada vez más afamada RESERVA DE NOR YAUYOS COCHAS en las sierras del departamento de Lima, que debe ser, como dije en la INTRODUCCION a estas entradas que desde ahora publicaré sobre la reserva,  uno de los lugares más hermosos de la sierra peruana. 


Para llegar a esa zona andina hay que empezar la subida desde la costa por lo que dejamos la neblinosa Lima y tomamos un bus en la Terminal de la empresa SOYUZ (La Victoria) hacia CAÑETE (ver DATOS UTILES abajo). El vehículo continúa el viaje hasta ICA por lo que hay que estar atentos para bajar, no vaya a ser que continúes sin darte cuenta. Desde la terminal de Cañete cruzamos la avenida ya que al frente estaba el paradero de combis hacia IMPERIAL. Ahí tomamos la combi “línea B”. Hay que pedir bajar en el paradero de combis que van hacia LUNAHUANA, desde allí el carro sale una vez lleno, el pasaje cuesta 4 soles (5 domingos y feriados). 


Lunahuaná, tierra de luz


Es este un pueblo famoso por ser el favorito de muchos limeños que vienen aquí en masa escapando del frío y el gris capitalino. La temporada alta es durante los meses de verano (en el hemisferio sur desde diciembre hasta abril más o menos) que es cuando el río aumenta su caudal y se pueden practicar deportes como el canotaje, y también visitar sus bodegas (son célebres sus piscos y vinos) y ruinas como las de Incahuasi. En la red se encuentra abundante información sobre este pueblo por lo que creo que hay poco que añadir. El pueblo no tiene mucho que ofrecer en temporada baja (invierno del hemisferio sur) y menos aún en días particulares.


Lunahuaná. Lima - Perú.
En la entrada de LUNAHUANA encontramos hospedaje en una casa muy bien soleada y ubicada casi al borde de la carretera pero no por ello era bulliciosa. Como dije, la temporada baja ofrece muy poco en Lunahuaná y hasta hay también pocos restaurantes abiertos en esta época,  menos mal encontramos uno llamado LOS FAROLES DE LUNAHUANA donde se demoran un poco en servir pero el señor que nos atendió, aparentemente era el dueño, fue muy amable. En la noche pueden haber problemas para encontrar un restaurante abierto (recordar que es temporada baja, no creemos que sea así en temporada alta) por lo que decidimos ir a una pollería que también se ubica en la primera cuadra de la calle Grau.

YAUYOS era nuestro próximo destino aunque solo para tomar desde allí un transporte que nos llevase hasta HUANCAYA, pequeño y hermoso pueblo ubicado en el corazón de la Reserva, así que estuvimos todo el día preguntando por las horas en que los buses pasan por Lunahuaná rumbo a ese lugar pero la gente nos daba horas inciertas y otros no sabían por lo que decidimos que al día siguiente íbamos a esperar desde muy temprano en la carretera a ver si había suerte y encontrábamos algo que nos permitiera avanzar y adentrarnos más en el valle, arriba, hacia las sierras.

Lunahuaná. Lima - Perú.
Lunahuaná. Lima - Perú.

Aventuras en la Reserva Paisajística Nor Yauyos - Cochas: Introducción

viernes, 20 de abril de 2012


Debe ser, sin dar cabida a duda y exageración alguna, uno de los lugares más hermosos de los andes peruanos. Personalmente le tengo un cariño desmedido a este sitio y no es solo por su belleza sino también por haber sido el lugar en donde hice mi primera incursión en esta fascinante actividad que es el senderismo, trekking, la caminata o como se quiera llamarlo. De esto hace ya casi 7 años (empecé muy tarde en ello) y, aunque he caminado por muchos otros sitios, en mi personal jerarquía sentimental, refulgen aún incomparables y límpidos, las memorias que tengo de la RESERVA PAISAJISTICA NOR YAUYOS COCHAS.

En el camino de Huancaya a Vilca.
Huancaya.
Era hora de volver; esta vez sin el grupo de entusiastas, irresponsables y estupendos amigos con los que caminé por las punas que se diseminan entre los departamentos de Junín y de Lima hasta que encontramos el celeste increíble de la laguna Mullococha, el bermellón refulgente de las pinturas rupestres de la cueva de Hatunmachay y los alucinantes escalones incas que descendían desde el mágico santuario de Pariacaca (puedes ver la entrada aquí). Ahora regresaba con la mejor compañera de viajes que se puede tener, mi esposa Pilar, a quien tanto había hablado de este sitio y quería llevar a conocerlo

Subiendo al pueblo fantasma de Huaquis.

Vista desde el pueblo fantasma de Huaquis.

A diferencia de lo que hice con mi grupo de amigos de la facultad con los que me aventuré por esa increíble zona entrando por las sierras; opté, esta vez, por llegar a la reserva subiendo directamente desde la costa a través de Lunahuaná, pueblo situado al sur de Lima, y desde allí continuar hasta Huancaya y Vilca, sitios que son lo más conocido y buscado por los pocos limeños que pueden llegar a este lugar. Después iríamos conociendo la máxima cantidad de pueblos yauyinos (Yauyos es el nombre de la provincia en la que se encuentra la reserva). Nuestra ruta fue esta: LIMA - LUNAHUANA – HUANCAYA – VILCA – HUANCAYA – MIRAFLORES y HUAQUIS – LARAOS – HUANCAYO.

Una visita al cementerio de Bilbao

miércoles, 18 de abril de 2012

Visitar cementerios es uno de mis pasatiempos favoritos, sobre todo cuando conozco por primera vez una ciudad. Soy amante de la literatura fantástica y me han llamado siempre la atención las historias macabras o enigmáticas pues creo que esas historias despiertan aquello que se ha denominado “lo sublime”: esa sensación que conjunta lo extraordinario, lo maravilloso y lo extraño y que despierta en algunos una extraña, deliciosa y, a su vez, fuerte emoción; algo que no es nuevo y de lo que se viene hablando desde tiempos remotos (véase Longino en “De los sublime”). Pero no es ello lo que me empuja a visitar estos lugares sino el hecho de que en los camposantos europeos, y también en muchos latinos, se mezclan lo mejor de las artes como la escultura, la arquitectura y la jardinería y son, a su vez y como no podía ser de otro modo, rincones donde hay mucha paz y tranquilidad. Motivos personales me obligaron a ir una vez más a BILBAO así que aproveché para visitar su bello y antiguo (fue inaugurado en 1902) cementerio.

Cementerio de Bilbao. España
Cementerio de Bilbao. España
Lo primero con lo que el visitante se encuentra al adentrarse en esta gigantesco camposanto de 208.000 mil metros cuadrados, es una extraordinaria galería adornada con macizos arcos de medio punto que tienen mucho sabor románico. Por la parte central de esta galería, rodeada de palmeras y cedros, se ubica el acceso principal a una pequeña pero bella capilla.

Cementerio de Bilbao. España
Cementerio de Bilbao. España
Detrás de toda esta fastuosa entrada es que se diseminan un sin fin de tumbas, mausoleos y criptas en las que yacen los restos de los más de 400 mil personas que se calculan han sido enterradas aquí. Como muchos de los cementerios europeos que he visitado el de Bilbao también parece imitar una especie de ciudad en pequeña escala pues hay allí amplias y asfaltadas calles; una plaza central; senderos pequeños que se abren paso entre fascinantes panteones y lapidas poseídas por la yedra; y hasta sectores en las que se nota una no muy bien velada intención de imponer jerarquías pues hay muchas tumbas pertenecientes a las familias ricas que se ubican a un lado y que están separados del resto. Esto último nos permite ver panteones realmente impresionantes, creados con buen gusto, hermosamente elaborados y finamente adornados por los que seguramente fueron los mejores arquitectos y artistas de su tiempo; es decir, todo un derroche de imaginación y fastuosidad puesta al servicio de una intención: magnificar y resaltar, aún después de muertos, el poderío que la gente allí enterrada gozó en vida.

Cementerio de Bilbao. España
Cementerio de Bilbao. España
Cementerio de Bilbao. España

Umbe : el viaje a la semilla

sábado, 14 de abril de 2012

Como mucha gente siempre quise saber mis orígenes conociendo directamente el lugar desde donde mis ancestros provinieron. Algo un poco complicado de saber ya que como todo peruano soy una mixtura de muchas culturas, pero sobre todo de dos. 

El pueblo donde todo empezó

Por el lado occidental mis ancestros llegaron desde Solórzano, un pueblo al este de Santander, en la Cantabria española, ciudad adonde me he venido a vivir, el azar, el azar; y mi legado andino (por lado paterno) se lo debo a los CONCHUCOS, una etnia cuyas tierras eran las de la zona oriental de Ancash (hoy conocida como “callejón” de Conchucos). Eran guerreros feroces que defendieron su libertad con sus propias vidas. Cuando el español Pedro Cieza de León se refiere a ellos en LA CRONICA DEL PERU dice: “Dios nos salve del furor de los indios, que cierto es de temer cuando pueden efectuar su deseo”.

Umbe siempre me sonó a mito, a aventura. Los parientes siempre decían lo mismo: “Es espantoso llegar”, “el camino es tan horrible”, “el tiempo se detuvo allí” pero nada me arredraba, yo quería llegar algún día allí. Y de pronto el sueño se hizo realidad. Mi padre y el tío Lucho se habían ido por unos meses a construir con sus propias manos la iglesia de ROGACO (el barrio donde mi padre vivió cuando era niño) y ahora, en fiestas de Santo Toribio, patrono del pueblo, era momento de ir a inaugurarla. Y allí estábamos, en un bus muy viejo, que sólo va 2 veces a la semana al pueblo, preparándonos para un viaje mítico.

Umbe. Ancash-Perú.
Mi hermano Angel había llegado de Alemania unos días antes y se sumó a la aventura así que el viaje se hizo placentero junto a él aunque es en sí durísimo pues había que desafiar a la Cordillera Blanca (una de las más altas del mundo) cruzando por caminos en pésimo estado. Nunca en mi vida había visto unos abismos de tal profundidad, tanto que me hicieron sentir por vez primera esa sensación de “tener el corazón en la boca”. Por momentos la carretera desaparecía y el bus tenía que cruzar algún río o a veces teníamos que bajarnos para que pueda seguir avanzando en alguna subida empinada. Pensar que mi viejo había dejado sus tierras, bajando todo esto a caballo, cruzando con “oroyas” algunos ríos y llegando hasta la inmensa y enloquecida CHIMBOTE para luego seguir a Lima, a sembrar en un arenal sin agua las semillas incandescentes de sus sueños.

Pasamos por la fantástica HIDROELECTRICA DEL CAÑON DEL PATO y vimos unos paisajes de belleza salvaje y descomunal. Durante la parada en algunos pueblos el bus se convertía en una especie de mercado ambulante con gente subiendo a vender comida y frutas; y en algunos tramos del camino subían campesinos que, cargando sus herramientas, se hacían espacio para sentarse en algún rincón del bus.

Entramos al “Callejón de Conchucos” y a las 04 pm, luego de  21 horas y 15 minutos de viaje, llegamos hasta SIHUAS, pueblo ubicado antes de UMBE. Allí nos encontramos con el sobrino Concepción (Cunchi). El pueblo se ubicaba en un valle muy estrecho castigado por unos ventarrones tremendos. Compramos víveres para llevar y almorzamos. Luego subimos a la combi que nos llevaría a UMBE a donde luego de 2 horas más de viaje llegamos. Era de noche y se había cortado la electricidad pero por todos sitios se oían los cohetes y las bombardas y las bandas de música; los días de fiesta ya habían empezado.

ROGACO, donde estaba la casa de los parientes, está en la ladera de un cerro por lo que a oscuras la subida se hacía complicada. Pero lo hicimos. Nos encontramos con los tíos, tías y primos que habían llegado desde Lima unos días antes. Fue emocionante reconocerlos en medio de la oscuridad: las lágrimas de emoción, las sonrisas, la gratitud hacia los santos con frases de alabanza por habernos dejado llegar. 

24 de abril: vistas de Umbe

Amaneció frío el día de Santo Toribio y cumpleaños de papá. Le saludamos y abrazamos y nos fuimos a limpiar la iglesia que había construido y que estaba unos metros debajo de la casa. La adornamos con los regalos que habíamos traído desde Lima. Por fin tuvimos la primera imagen de UMBE bajo las primeras luces que tímidamente se extendían en esa parte del mundo: sus tejas coloradas; el verdor como una constante; las crestas de inmensos cerros que eran iluminados por filamentos de luz y, a lo lejos, en el poniente, la “Cordillera blanca” se elevaba dejando ver las nieves eternas de su majestad. Así que aquí había empezado todo. 

Umbe. Ancash-Perú.
Umbe. Ancash-Perú.
Desayunamos y luego visitamos la vieja y abandonada casa de los abuelos. Estaba tapiada, llena de plantas y yerbajos por dentro pero aún se podían ver alguno de sus espacios: un almacén para el trigo y el maíz; la cocina devorada por la maleza pero en la que aún estaba el batán para moler granos; el corral donde dejaban los animales después de pastear y un horno pequeño; las estrechas habitaciones donde mi viejo y sus hermanos dormían en humildes camas y protegidos por pellejos de cordero. La casa estaba rodeada de k´antus (flores rojas), nogales y sauco. Vimos el espacio para hacer tejas, el tío Migdonio, dictado por sus recuerdos, contaba cómo el abuelo las hacía, quemando chamizo, produciendo cientos en su trabajo febril y dedicado. Allí había empezado nuestra historia.

Mi padre, a la izquierda, y algunos de sus hermanos en la plaza de Umbe. Ancash-Perú.
No, no es el "Gran Chaparral"... es parte de la familia. Umbe. Ancash-Perú.

25 de abril: De músicas y tradiciones

¿No te has sentido superior al mundo entero al ver en la plaza de tu pueblo la chonguinada, las pallas o la sachadanza? ¿Qué sol es tan grande como el que hace lucir en los Andes los trajes que el indio ha creado desde la conquista?... EL SEXTO, José María Arguedas.

En la mañana bajamos a la plaza y la fiesta ya había empezado. Una familia y sus invitados habían salido a la calle a bailar. Entre ellos estaban las mujeres vestidas de “Pallas”, personajes a quienes siempre veía en las fiestas familiares de mi niñez, ellas danzaban vestidas de unas ropas impresionantemente hermosas: en la cabeza llevan un armazón adornado de flores, plumas y espejuelos de las que cuelgan cintas largas y de diferentes colores como si fuera una inmensa caballera. También tenían un anako (falda) de pana adornado y bordado con flecos e hilos dorados. Las mangas son anchas y largas como si fueran las alas abiertas de una paloma, de hecho el origen de estas PALLAS se remonta a una leyenda pre hispánica que dice que descienden de la URPI o paloma andina. Delante de ellas, los mayordomos con sus bandas cruzándoles el pecho, dirigían la comparsa e invitaban a todos a bailar.

Las Pallas bailando en la plaza de Umbe. Ancash-Perú.
Umbe. Ancash-Perú.

Mochileando en una tierra de colores: la quebrada de Huamahuaca

jueves, 12 de abril de 2012


A la Quebrada de Huamahuaca había ido ya antes de conocerla. En el jirón Quilca, una calle limeña donde venden libros y revistas viejas, vi una revista sobre Argentina y la foto de la portada era la imagen de un gran cerro que aparecía pintado de muchos colores, como si alguien hubiese usado el cuerpo de la mole para combinar toda una alucinante sinfonía cromática. “Tengo que ir allí”, lo dije con una seguridad tan inusual en mí que me sorprendió. Algunos años después el Cerro de Los Siete Colores ya estaba frente a mí y confirmaba aquello de que un sueño empieza a concretarse cuando uno se anima a dar el primer paso para cumplirlo.  

Cerro de los 7 colores. Foto de la página http://viajesudamerica.com/

Tilcara

Dejé mi querida CORDOBA (de la que hablé en una entrada anterior) y en bus llegué hasta JUJUY (35 dólares, 11 horas) y de inmediato en la terminal tomé un bus hasta TILCARA, pueblo al que escogí como mi “centro de operaciones”. Me puse a buscar alojamiento y en el CENTRO DE INFORMES (calle Belgrano) conocí a Martín, un muchacho cordobés que me dijo que se estaba hospedando en la casa de una señora del pueblo y que cobraba 10 pesos la cama. Me dijo que él ya se iba esa tarde del pueblo y que podía dejar su espacio para mí. Accedí ir y es así como llegué a la casa de ELSA RAMOS, una mujer muy cariñosa, gentil y  habladora. La habitación para mí solo tenía lo básico: una cama y una mesa de noche. Suficiente. Se hospedaban también allí GUILLAUME y DAVIDE, un par de franceses locos que estaban mochileando toda América desde hacía 7 meses. 


La química fue inmediata por lo que decidimos irnos a vagar por el pueblo. Las calles aún eran de tierra y no había señales por lo que era fácil perderse, pero claro, uno se perdía con gusto entre calles tan tranquilas. Llegamos hasta la PLAZA PRADO, la principal, y pude notar que TILCARA había sido una buena elección. Tiene una gran herencia arqueológica y una fuerte presencia indígena lo que le da mucha originalidad y lo pone en las antípodas de la típica imagen que tenemos de Argentina: un pedazo de Europa venido a América. Aunque también eran notorios los cambios que está propiciando el turismo: terrenos algo caros, restaurantes inmensos que uno puede concebir solo en una gran ciudad. 


Subimos al PUCARA, lugar al que quise ir para ver la presencia Inca lejos de Perú, y allí llegamos. Pagamos la entrada y anduvimos por las ruinas. La vista que se tiene de parte de la Quebrada de Humahuaca desde ese lugar es algo impagable; es seguro que los residentes de la zona usaran este recinto para observar la llegada de invasores, mejor lugar para tal fin no se podía tener. También nos metimos por una especie de BOSQUE DE CACTUS en el que vale la pena caminar. Al bajar entramos al JARDIN BOTANICO que está a la entrada de las ruinas y, para mi sorpresa, me encontré con unas llamas muy bonitas. Era como tener un poco de mi país lejos del mismo. Aunque las llamas, ya se sabe, son patrimonio del mundo andino y no de un solo país por lo que era muy normal encontrarlo aquí. El calor apremiaba así que nos sentamos a tomar unas coca colas bien frescas para aguantar, mientras hablábamos de cine francés y yo me reía de todas las aventuras que los franceses habían pasado durante su largo recorrido. 

Pucara de Tilcara. Jujuy - Argentina.
Bosque de cactus en Tilcara. Jujuy - Argentina.
Vista de la quebrada de Humahuaca. Jujuy - Argentina
Tilcara- Jujuy - Argentina

Con Davide y Guillaume en Tilcara- Jujuy - Argentina
En la noche nos sentamos en el patio de la casa a tomarnos un vino que los chicos habían comprado. Se nos unió doña Elsa quien nerviosa nos pidió que si llegaba su marido le dijéramos que no estaba, cosa bastante extraña. En medio de la velada llegó el marido en un estado bastante malo, preguntó por la dueña de la casa (quien ya se había escondido detrás de una puerta) y le dijimos lo convenido. Se fue hipando. Al rato salió Elsa y la conversa siguió como si nada. Con Davide nos fuimos a comprar unas Quilmes mientras Guillaume les ponía los parlantes a su Cd – Player. Trajimos las cervezas; el universo sobre nosotros nos daba la cara: era un manto azul en la que habían prendido medallas con forma a estrellas; tan claro, tan luminoso. Oyendo a Manu Chao o a Serge Gainsbourg seguimos con la velada mientras Elsa nos contaba sus cuitas y, ya bastante ebria, lamentaba que el ebrio de su esposo siempre hiciera lo mismo: que viniera a pedirme plata y yo soy la que sostengo la casa, no señor, ¡salud!


Purmamarca


Al día siguiente nos fuimos a la TERMINAL  (al oeste de la calle Belgrano) a tomar un bus hacia PURMAMARCA (6 pesos). Por fin, se cumpliría mi gran sueño. Llegamos y de inmediato nos fuimos a la plaza donde está el MERCADO ARTESANAL. El pueblo, pese a su crecimiento turístico, felizmente aún mantiene el cautivante estilo de sus casas y su carácter. Lástima el paso de los camiones que usan la ruta del Corredor Bi Oceánico (Chile – Brasil), que alteran un poco la tranquilidad.


En Cordoba, corazón de un gran país (2da parte)

martes, 10 de abril de 2012

Esta es la continuación de la entrada anterior sobre mi visita a la ciudad de Córdoba. Espero que les guste y, sobre todo, que les sirva de información por si se animan a ir a esa bellísima ciudad.

Cumpleaños en Córdoba!!

Otro día me encontré con el chino Walter, un amigo de la secundaria que se había ido a vivir a Córdoba con la familia. En su casa la pasamos muy bien con sus hermanos y con su padre que me hizo escuchar su buena colección de tangos. Fui muy feliz en esa casa también. Una tarde nos fuimos a tomar unas cervezas a su bar favorito en la peatonal Rivera Indarte, era un lugar muy peculiar: podías dejar unos escritos en la pared como recuerdo. Las peatonales de la ciudad son muy hermosas y llenas de árboles y también de shoppings, obviamente. Parece que se ha planificado CORDOBA en función a la gente porque los espacios para caminar son muchos, algo que era totalmente nuevo para mí. Los fines de semanas es imposible encontrar alguna tienda abierta en el centro, se cierra todo y el sitio parece un pueblo fantasma, algo también imposible de creer en Lima donde los fines de semana encuentras todos los comercios abiertos.

En la peatonal Riviera Indarte. Córdoba - Argentina.
Centro de Córdoba. Argentina
El 17 de agosto fue mi cumpleaños y la familia de ROMINA me lo celebró como si yo fuera uno de ellos. Don Ricardo y EL CHINO hicieron unas empanadas en la parrilla del patio de la casa y me regalaron una tarta; vinieron Romi, su madre Mary, su hermana Laura con su nena e invitamos a mi amigo Walter que trajo a su hermano César y a su amigo Lucas. La velada fue perfecta; nos reímos mucho y hablamos toda la noche. Me parece que aquella noche sentí la cima de la felicidad; estar tan lejos de casa y que esta gente que apenas te ha conocido celebre contigo y se preocupe por hacerte sentir bien… Córdoba, Córdoba…


Celebrando mi cumpleaños en Córdoba. Argentina.
Celebrando mi cumpleaños en Córdoba. Argentina.

Celebrando mi cumpleaños en Córdoba. Argentina
Celebrando mi cumpleaños en Córdoba. Argentina
Colonia Caroya: la ciudad de los sentidos

Nos fuimos con Walter y su novia Angélica a COLONIA CAROYA, al norte de Córdoba, a visitar a unos parientes argentinos a quien sigo considerando mis tíos:  Diola y Oswaldo. Pueblo de excelentes vinos y rica gastronomía. Fue construida por inmigrantes italianos. Lo que me impresionaba de Colonia era que todo el mundo dejaba las bicicletas en la calle o las puertas abiertas. Recuerdo que las veces que veníamos la pasábamos muy bien con los chicos aunque el calor fuera espantoso. Felizmente, la avenida principal del pueblo está cubierta de árboles, a modo de un puente, y eso permite sentir mucho aire fresco.


En Córdoba, corazón de un gran país

sábado, 7 de abril de 2012


Vista desde la ruta 9, CORDOBA parece una bandada de palomas a punto de levantar vuelo. El color blanco, o al menos claro, de muchos de sus edificios y casas le da una imagen de ciudad transparente, cálida y sosegada. Había vuelto, después de casi 4 años, y la alegría y la emoción apenas si cabían en mi cuerpo. Era mi primer viaje solo (de esto hace casi 6 años) y en plan mochilero así que busqué información por todos sitios y felizmente encontré muy buenas referencias de la ruta que quería hacer. He aquí a grandes rasgos. 

Desde Lima hasta Arequipa me fui en un bus de la empresa Cruz del Sur; 40 soles el pasaje, entonces era el bus más barato. Llegué a las 06 am y de inmediato tomé un bus (15 soles) hacia PUNO a donde llegué al mediodía. De inmediato me mandaron al paradero de las combis que salen hacia la frontera con BOLIVIA (pagué 7 soles) a donde llegué poco más de las 3 pm. En la frontera tomé un triciclo que me acercó hasta el Control Migratorio y luego hasta el paradero de combis que van hacia LA PAZ, pagué 11 bolivianos y llegué casi a las 06 pm. Luego un taxi me acercaría hasta las avenidas donde encontré los buses que salían para todos sitios. Tomé uno hacia ORURO a donde llegué a las 10 de la noche. El cuerpo pedía posición horizontal así que alquilé un bonito hotel frente a la Terminal de buses de ORURO (45 bolivianos). En la mañana, muy temprano, me fui a la ESTACION DE TREN a sacar un tiquete (es mejor hacerlo así, con anticipación) para salir esa misma tarde hacia LA QUIACA. Pagué: 95 bolivianos. El tren era excelente, muy buen servicio y los paisajes en las sierras bolivianas muy hermosos.

Oruro - Bolivia.
Oruro - Bolivia.
Oruro - Bolivia.
Llegado a la frontera crucé e hice el trámite migratorio. Caminé hasta la terminal y compré un pasaje por 20 pesos hacia JUJUY. El bus que quería tomar aún salía en una media hora así que para hacerme una idea de que ya estaba en Argentina me fui a un café a probar las “facturas” que en mi “exilio” cordobés habían sido una verdadera adicción. Claro, no se comparaban a las de la panadería DEL CARMEN, en el cordobés barrio PUEYRREDON, donde viví, pero al menos quise hacerme la idea. A mi lado se sentó un chico peruano que se iba hacia Buenos Aires a unas jornadas sobre Derecho y Filosofía, sus intereses iban por las ideas del “control” y la “vigilancia”, entonces caímos en un tema de interés común: Michael Foucault y sus ideas y comparaciones de la sociedad moderna con el panóptico donde todo se vigila y todo se controla para asegurar la “normalidad” de la sociedad. Apasionante tema y cuando nos dimos cuenta ya estábamos en un pueblo inhóspito llamado ABRA PAMPA y nos bajaron a todos… para controlarnos. 


Abra pampa. Jujuy - Argentina. Foto de la página http://www.noroesteargentino.com/
A un lado peruanos y colombianos, sospechosos siempre de todas las maldades de este mundo. Al otro lado bolivianos por favor. Y los otros, ciudadanos del mundo, bienvenidos, pasen por aquí. Una oficial me revisó en silencio y al lado un tipo gritaba a unos bolivianos mientras abría sus maletas buscándoles aquello que por ser quienes eran los hacía sospechosos de tener lo que no tenían. Un oficial me pidió ir a un cuarto separado. Yo pensaba “¿volvieron las torturas?” Me preguntó mil cosas y le dije que ya había respondido eso en Migraciones y, de repente, casi se lanzó al suelo a tocarme los tobillos. No pude refrenar una pequeña sonrisa y pensaba en este pobre hombre, en medio de la nada, adoctrinado en controlar, repeler e intervenir durante toda su vida; si le hablo de Foucault quizás se desmaya. Imagino que el hecho de ser joven, peruano y mochilero me hacía sospechoso de llevar drogas ocultas en mi cuerpo. Si supiera la cantidad de ciudadanos del primer mundo bien vestidos que veía caer como traficantes todos los días en mi trabajo del aeropuerto de Lima.


RESUMEN DE ENTRADAS DEL VIAJE AL CIRCUITO TURISTICO NOR ORIENTAL

martes, 3 de abril de 2012



Este es un resumen del viaje que hicimos en el CIRCUITO TURISTICO NOR ORIENTAL del Perú y que comprende los departamentos de La Libertad, Lambayeque, Cajamarca y Amazonas. Nosotros no viajamos a La Libertad pero sí fuimos al departamento de San Martín que si bien no forma parte de este circuito yo creo que bien lo podría hacer pues es una forma interesante de conectar las bellezas de la costa y los andes con los de la selva. 


Lamentablemente no pude poner todas las entradas sobre las ciudades visitadas de un modo consecutivo puesto que me pillaron las fiestas navideñas del año pasado y me dediqué a escribir sobre mis andanzas por Londres y por Munich lo cual hizo que cortara la secuencia; es por ello que ahora las junto a todas ellas para que de un modo ordenado el viajero interesado en ir a ese fascinante región del Perú las tengas a su disposición.

Como dije en la entrada que daba inicio a toda esta serie de escritos sobre este circuito, esa zona del Perú es poca explorada y muchas veces está al margen del turismo masivo lo cual le da mucho encanto; aunque también hay que reconocer que esa “marginalidad” hace que falten muchas cosas como servicios de transporte y buenas carreteras. Sin embargo, no hay nada que con un poco de espíritu aventurero no se pueda vencer: muchas veces caminamos kilómetros para llegar a un lugar y otras tantas, generosos conductores nos permitieron subir en sus camiones.

Así que si quieres conocer bonitas playas; restos de pueblos coloniales que alguna vez fueron capitales extraordinarias; fiestas y rituales que no son dictaminados por un calendario turístico sino más bien por la fe de un pueblo; abrirte paso, cual Indiana Jones, en selvas enmarañadas pasa llegar hasta las paredes de misteriosas ruinas; conocer la tercera catarata más alta del planeta, profundos cañones e iglesias coloniales hechas con sublime maestría; pues ya sabes; éste, es el lugar.

(Para leer la entrada que te interese solo hazle click)


LAMBAYEQUE:





SAN MARTIN








 


AMAZONAS










CAJAMARCA


 







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