Navegando en las aguas del Yarinacocha

viernes, 26 de octubre de 2012



Después de una larga noche en la que ni los ventiladores lograron mitigar el calor pucallpino, madrugamos y desayunamos en el Café Bohemia (calle Sucre, cerca de la plaza), recomendados sus jugos servidos en inmensos vasos por dos soles. Después nos preparamos para ir hacia uno de los lugares emblemáticos de Pucallpa: el lago Yarinacocha; para ello se deben tomar los taxis colectivos en el Jirón Ucayali, se les reconoce porque en su parabrisas llevan pegados carteles anunciando destino a “Alamedas” o a “Yarina”. El precio del trayecto es de 1 sol. 
Yarinacocha es un pueblo agradable con una bonita plaza desde donde parten las calles que bajan hasta un bullicioso puerto. Allí se toman cualquiera de las lanchas y pequeños barcos que llegan hasta las comunidades que se encuentran a las orillas de esta gran laguna. La más conocida de ellas es la de San Francisco, un lugar clásico. El problema es que los “tours” son bastante caros pues tienes que alquilar la embarcación por completo por eso conviene hacerlo entre varias personas ya que el precio es el mismo. Para solo dos personas nos hablaban de unos 100 soles ida y vuelta, y 80 solamente la ida. Aunque los precios pueden variar según los sitios que quieras visitar. 

PLAZA DE YARINACOCHA. PUCALLPA - PERU.
Como el monto se nos antojaba demasiado alto para nuestro presupuesto mochilero intentamos averiguar otras opciones y nos informamos de unos taxis-colectivos que iban hacia San Francisco y otras comunidades más lejanas por tierra. Estos taxis se toman en el jirón Aguaytia. El pasaje cuesta 2.5 soles hasta San Francisco y 3 soles a Santa Clara, comunidad que se encuentran un poquito más lejos. Allí llegamos en unos 30 minutos. 

LAGUNA DE YARINACOCHA. PUCALLPA - PERU.
LAGUNA DE YARINACOCHA. PUCALLPA - PERU.
Santa Clara es un lugar pequeño donde viven los comuneros de la etnia Shipiba. Era mediodía cuando llegamos y supongo que debido al calor toda la gente estaba en sus casas. Pudimos ver a muchos de ellos abanicándose en las hamacas, disfrutando sin apuros de su envidiable holganza. Cuando la canícula está en todo su esplendor ya se sabe que no es una buena idea estar en la calle o en el campo. Compuesta por unas poquitas casas típicas con sus techos cubiertos de ramas y hojas de palmera, Santa Clara parecía ser de por sí un lugar muy pacífico. 

SANTA CLARA. UCAYALI - PERU.
SANTA CLARA. UCAYALI - PERU
SANTA CLARA. UCAYALI - PERU.

En la selva peruana: entre la belleza y la barbarie

lunes, 22 de octubre de 2012


Nunca habíamos ido a la selva baja peruana, a ese espacio inmenso y mítico que a veces parece ser otro mundo, uno muy remoto; o quizás otro país, y que sin embargo es el espacio geográfico más grande del Perú. Como ya nos habíamos perdido por cerros y ruinas, por punas y puertos costeros, pensamos que era hora de cruzar los Andes y ver qué hay detrás de toda esa inmensa cadena montañosa; ver directamente ese inmenso secreto pintado de verde que es la Amazonía peruana. Lo que nunca imaginamos es que íbamos a vivir unas aventuras que jamás hubiésemos esperado: desde ver los más bellos atardeceres que haya visto jamás hasta caminar varios días por carreteras tomadas por huelguistas armados con palos y cuchillos que nos miraban con cierto recelo. 

HACIA PUCALLPA

Decidimos empezar este viaje en la ciudad de PUCALLPA, capital del amazónico departamento de UCAYALI. En realidad la idea era iniciar la ruta en la ciudad de TINGO MARIA, en el departamento de HUANUCO, y que bien podría ser considerada la puerta de entrada a la Amazonía central, pero como el pasaje en bus hacia ambas ciudades nos costaba lo mismo  decidimos irnos directamente al destino más lejano, es decir a Pucallpa (para ver los precios leer abajo en DATOS UTILES). El bus, como es mala costumbre en el Perú, iba hecho un bólido.  Lo interesante de ir en este medio de transporte es que el viajero podrá ver desde su ventana todos los cambios geográficos increíbles que se dan en un lugar como el Perú: desde el desierto costero se asciende hacia los fríos Andes para luego bajar apresuradamente al calor selvático. Aunque para ver todo ese espectáculo las posaderas tendrán que aguantar dignamente las 18 horas de viaje que hay entre Lima y Pucallpa. Eso, claro, si se viaja en “servicio especial” porque en un servicio normal seguro que el viaje puede llevar más de 20 horas. La mayoría de gente que conozco ha ido hacia Pucallpa en avión, pues en poco más de una hora de viaje se puede conectar ambas ciudades, además te ahorras algún susto en la carretera como los ominosos comentarios que dicen que cuando el bus pasa por Tingo María está entrando en zona “cocalera” y los asaltos están dentro de lo normal. Nosotros no tuvimos problemas aunque, cosa curiosa, a medio camino subió, con el permiso del conductor, un tipo que decía ser policía o algo así y se ofreció como seguridad del bus. Quizás una buena opción es viajar de día a Tingo María, quedarse allí conociendo ese bonito sitio y luego, ya de día, salir para Pucallpa.

PUERTO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
PUERTO DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
Justamente allí llegamos a las 7.30 de la mañana. Nos dejaron en la terminal de la compañía con la que habíamos viajado -está a unos 4 kilómetros del centro-. Hay allí muchos mototaxis que te acercan al centro por 2 soles, además de gente que te ofrecen hoteles e incluso billetes para viajar en barco hacia Iquitos. Nosotros no teníamos referencia ni habíamos buscado información previa sobre ningún hotel en la ciudad y nos pusimos a ver varios de los económicos que recomendaba nuestra guía (ver DATOS UTILES abajo).

PUCALLPA. UCAYALI - PERU.
Después de un viaje tan largo decidimos tomarnos una pequeña siesta y luego, ya recargados de energía, fuimos a llenar nuestro estomago al restaurante del Hospedaje Komby que por 8 soles ofrecía un menú aceptable. Las mesas del comedor se ubicaban junto a la piscina. Habiendo comido nos dieron ganas de salir a andar por la ciudad. Lo poco que habíamos visto en el camino de la estación al hotel no nos había dado la sensación de estar ya “en la selva” pues hay más cemento que árboles; así que nos fuimos hacia el malecón en busca de esa emoción y allí, en cierta forma, la tuvimos: vimos el puerto bañado por las oscuras aguas del Ucayali y detrás las copas de los árboles que formaban una inmensa explanada verde. Eso ya era algo.

Paseamos por la plaza Miguel Grau, subimos a la torre del reloj y vimos un desfile civil con ocasión de la celebración de las fiestas patrias peruanas. El puerto de Pucallpa es un lugar peculiar, si uno quiere tomarle el pulso a la vida de esta ciudad tiene que ir allí -inevitablemente irás si planeas tomar un barco-. Los pucallpinos parecen más interesados en hablar de cara al río que sentados en las plazas o paseos de su ciudad que a casi todas horas parecen vacíos. A primera vista el puerto se muestra sin remilgos tal cual es: insalubre, caótico y, para empeorar las cosas, con la marea baja emerge desde el fondo del río la basura que es delicia de gallinazos, animales que son una oscura y perenne presencia en este ambiente. 

MALECON DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.

MALECON DE PUCALLPA. UCAYALI - PERU.

La poesía del viaje : Charles Baudelaire

viernes, 19 de octubre de 2012


El viaje

A Maxime du Camp

I
Para el niño que adora los mapas y grabados
el universo iguala a su enorme avidez.
¡Ah, qué grande es el mundo a la luz de las velas!,
¡qué pequeño es el mundo cuando mira el recuerdo!

Un buen día partimos, con el cerebro en llamas,
en el pecho rencores y deseos amargos,
y al ritmo de las olas avanzamos meciendo
el infinito nuestro en los finitos mares:

Unos huyen alegres de sus patrias infames
o de su horrible cuna, y no faltan tampoco
astrólogos ahogados en ojos de mujer,
la tiránica Circe de filtros peligrosos.

Se embriagan, por no verse convertidos en bestias,
de espacios y de luz, de cielos abrasados;
el hielo que les muerde y el sol que les broncea
van borrando despacio la marca de los besos.

Mas viajeros, realmente, son sólo los que parten
por partir; corazones ligeros, iguales a los globos,
que nunca se separan de su fatalidad,
y, sin saber por qué, dicen siempre: ¡Adelante!;

aquellos cuyas ansias tienen forma de nubes,
y, al igual que un recluta aspira ya a un cañón,
sueñan con mil placeres, cambiantes e ignorados,
que el espíritu humano nunca supo nombrar.

II
Imitamos, ¡qué horror!, al trompo y la pelota
en su baile y sus saltos; hasta cuando dormimos
la cruel Curiosidad nos tortura y nos lanza,
cual Ángel despiadado que azotara los soles.

Fortuna singular, en la que el fin es móvil,
que no está en parte alguna por hallarse en cualquiera;
en la que el Hombre corre buscando su descanso,
sin que nunca le falte la esperanza más loca.

El alma es un velero en busca de su Icaria;
alguien grita en el puente: «¡Abre mucho los ojos!»
y otra voz en el cofá exclama ardiente y loca:
«¡Amor... gloria... fortuna!» ¡Demonio!, ¡es un escollo!

Cada islote que anuncia por la noche el vigía
es siempre ese Eldorado que prometió el Destino;
mas la Imaginación, que prepara su orgía,
sólo ve un arrecife cuando apunta la aurora.

¡Oh pobre enamorado de quiméricas tierras!
¿Habrá que encadenar o arrojar por la borda
a ese marino ebrio, a ese inventor de Américas
cuyo espejismo hace más amarga la sima?

Cual viejo vagabundo que el barro pisotea,
sueña, nariz al viento, con radiantes edenes;
sus ojos hechizados descubren una Capua
allí donde la vela sólo alumbra una choza.



Callejeando en Vitoria - Gasteiz - II. Capital Verde Europea 2012

jueves, 11 de octubre de 2012


Lo prometido es deuda, así que estamos de vuelta para contarles un poco más sobre VITORIA – GASTEIZ una ciudad en la que, como verán, se dan la mano el desarrollo con las buenas prácticas ambientales; cosa que la convierte en una especie de ínsula en un país donde, como dijimos en la entrada anterior, casi la mayoría respira un aire viciado, según las estimaciones de la OMS.

Pues bien, luego de haber dejado atrás la parte medieval de la capital alavesa bajamos por la CUESTA DE SAN VICENTE hacia lo que sería la zona más neoclásica. Digo esto porque es notorio el cambio que se da al pasar del dédalo de callejuelas enrevesadas de la zona alta a un espacio amplio, abierto, esquemático, si se quiere, de la parte baja al que alguno conoce como el ENSANCHE. Lo primero que vimos apenas dejamos atrás la cuesta fueron LOS ARQUILLOS, una simpática sucesión de largos soportales.




Desde allí otra cuesta, la de MATEO DE MORAZA, nos llevó hasta lo que debe ser la plaza más bonita de la ciudad: la de LA VIRGEN BLANCA, corazón de Vitoria desde que en la Edad Media en había allí un mercado. A mí me encantó esta plaza, es muy tranquila y amena y se encuentra rodeada de bellos edificios como la IGLESIA DE SAN MIGUEL ARCANGEL. La nota curiosa en esta iglesia la pone el monumento al Celedón que se encuentra en el atrio, al lado de una balconada. Este es un personaje que representa al muñeco de trapo al que lanzan, atado a una cuerda, desde la torre de la iglesia de San Miguel. El monigote suele tener un paraguas del que parece aferrarse para hacer un aterrizaje forzoso. Abajo, en la plaza, miles de vitorianos eufóricos esperan el descenso del Celedón mientras que descorchan cientos de espumosos champanes. Les dejo un videíto que buen vale la pena ver. Dan ganas de estar allí, siendo parte de todo ese jolgorio desbocado. 





En medio de la plaza de la Virgen Blanca hay un conjunto escultórico excepcional al que llaman el Monumento a la Batalla de Vitoria, que rememora el enfrentamiento entre las fuerzas españolas y las francesas que al final ganaron los hispanos lo que obligó a los galos y a su líder, José Bonaparte, Pepe Botella para los amigos, a retirarse para humillación del Corso.

Callejeando en Vitoria - Gasteiz. Capital Verde Europea 2012

lunes, 8 de octubre de 2012


Entre muchas de las malas noticias con las que nos bombardean todos los días una en particular llamó mucho mi atención hace unos pocos días. En el diario EL PAIS leí que al menos el 94 % de habitantes de España respira un aire que sobrepasa loslímites de contaminación que ha establecido la OMS. En el artículo se leen datos que son de espanto y se presentan declaraciones de personas que viven en lugares donde la insalubridad es pasmosa.

Y sin embargo, contrastes van, contrastes vienen, hay que recordar que es justamente en este país en donde se exceden los límites de emisión de elementos nocivos al aire, donde se ubica VITORIAla EUROPEAN GREEN CAPITAL 2012 (Capital verde de Europa). Es una ciudad en donde se han hecho, y todavía se están haciendo, muchas cosas para mejorar la conservación de su medio ambiente y de la vida de sus pobladores. Los vitorianos pueden presumir de estar a la vanguardia en lo que a políticas de sostenibilidad y respeto al medioambiente se refiere. Pero esto no es un logro que se haya alcanzado en poco tiempo, son por lo menos 30 años de trabajo en aspectos como el reciclaje, la calidad del aire, el consumo de recursos, entre otros factores; todo lo cual ha hecho posible recibir esa denominación que pone a la ciudad al nivel de las mejores y más desarrolladas ciudades del Viejo Mundo.

Para ver in situ esta maravilla decidimos aprovechar un tiempo libre que nos quedaba en nuestro viaje por LA RIOJA para acercarnos a ALAVA, la provincia donde se ubica VITORIA-GASTEIZ, que es el nombre completo de la ciudad.  Y esto es lo que vimos.

PARQUE DE VITORIA. ESPAÑA
El terminal de buses de la ciudad se encuentra muy cerca del centro histórico por lo que caminamos  unos minutos y llegamos a lo que sería el corazón del casco viejo de Vitoria, el cual, bien visto, tiene forma de almendra. La mejor manera de conocer un lugar es, en nuestra opinión, caminando; y mejor aún si esta placentera actividad se hace en una ciudad en la que el 25 % de su espacio está reservado para los caminantes y donde al menos el 51 % de las actividades se hacen a pie. ¡Qué maravilla!

En una punta del casco viejo iniciamos nuestras andanzas, exactamente en un espacio clásico de la ciudad en donde se puede sentir con facilidad ese sabor medieval que alguna vez pudo haber tenido Vitoria, pues no todo aquí tiene que ver con la naturaleza y su protección sino también con la cultura. Me refiero al rincón en la que se ubican la Torre de los Anda, y un poco más abajo, la Plaza de la Burullería y El Portalón

Torre de los Anda. Vitoria - España.
Plaza de la Burullería. Vitoria - España.
El Portalón. Vitoria - España.
Da gusto caminar por un espacio así, salta a la vista la intención que se ha tenido de conservar el legado cultural pues estos viejos edificios se encuentran en un buen estado y le dan mucha solera a este rincón vitoriano. Pero ojo, aquí lo antiguo no está reñido con la modernidad: en la plaza de la Burullería hay un inmenso mural con imágenes y dibujos muy modernos y hechos con muy buen gusto. Y en las calles aledañas se pueden ver muchos otros diseños que nos han perecido más que simpáticos. De hecho se ha creado un itinerario muralístico que se puede seguir por tu cuenta o con visitas guiadas. Dejamos fotos para que lo puedan disfrutar.

En el techo del Viejo Mundo: Caminando en los Picos de Europa

jueves, 4 de octubre de 2012


Mirando las puntas y alturas de los PICOS DE EUROPA desde la cima del PICO TESORERO sentía una gran satisfacción, no solo por el logro que significaba el haber llegado hasta allí sino, y sobre todo, por que acababa de ayudar a cumplir un deseo al niño soñador que fui y que miraba el mundo desde la cúspide del cerro del parque San Agustín, un pequeño montículo ubicado cercano de mi casa.


Alcanzar esa cima era para ese niño haber logrado subir al techo del mundo; haber culminado una extraordinaria aventura, como aquellas que vivían los héroes en las películas o series que veía por las tardes en la televisión. Caminaba por las polvorientas laderas de ese cerro y de vez en cuando removía la tierra con la esperanza de encontrar un pedazo de cerámica que algún habitante de tiempos lejanos hubiese dejado allí para que yo lo encontrase, miles de años después. Así iba, mirando de vez en cuando el suelo, a la espera de encontrar esas “culturas” como les llamaba; imaginando ser aventurero, arqueólogo, viajero, caminante… aunque en ese momento el no lo sabia, claro. Y así llegaba a la cima y era el niño más feliz del mundo. Desde allí veía casas en cuyos techos bamboleaban las ropas tenidas a secar; las copas de algunos mustios árboles; y, en la distancia, los cerros inalcanzables en cuyas superficies crecían las barriadas que me eran tan familiares.


Esa sensación de logro, de satisfacción, de sueño cumplido, de aventura, de algo poderoso que rompe la rutina, lo he sentido siempre que he llegado caminando a lugares de difícil acceso. Cuando lo hago no puedo dejar de pensar en ese niño… de ahí que ame todo lo que tiene que ver con viajeros y sobre todo con caminantes, con gente que se entrega al placer extraordinario que provee una buena caminata… caminar, caminar… un verbo que en estas épocas de apuro y maquinas que nos trasladan adonde queramos guarda una esencia subversiva, excéntrica, y para muchos, improductiva. ¿Caminar?, ¡para qué si existen los coches, hombre!, ¡qué ganas de perder el tiempo, qué pereza!


Perdóneme el lector esta digresión. No puedo evitarlo. Lo importante aquí es contarles un poco sobre este increíble sitio llamado PICOS DE EUROPA, el segundo PARQUE NACIONAL más grande de la Península Ibérica. Allí fuimos para intentar alcanzar la cima del PICO TESORERO, que se eleva sobre los 2,570 metros sobre el nivel del mar.

Empezamos la aventura subiendo en el TELEFERICO DE FUENTE DÉ que nos eleva por la primera gran parte del Parque hasta llevarnos al inicio de la pista que lleva hacia LA VUELTONA. Dicen que hasta este sitio llega la nieve en el tiempo de invierno. Nosotros fuimos en primavera por lo que no vimos nada de ello. Por lo que sé, desde el mismo arranque de la caminata se puede ver la casi perfecta pirámide que es el TESORERO pero por ser una mañana nublada no pudimos verle. Y ahora… ¡que se inicie la caminata!





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