Decía Magritte que lo que realmente fascina a nuestra
mente es lo desconocido. Y no dudo que sea cierto. Debe ser por ello que un
personaje como Jack el destripador
siempre ha llamado la atención de mucha gente hasta hoy en que es casi parte
del “folclore” inglés y ha dado pábulo a una industria que cada año nos
sorprende con algo. Pero irresponsablemente olvidamos sus crímenes, la
atrocidad que sufrieron sus víctimas, y nos concentramos en el enigma que él
representa; en la audacia del predador
para destruir sin ser visto y desaparecer como un ente siniestro que se
disuelve en el aire; en las medias verdades y secretos que flotan alrededor del
personaje.

Debo confesar que mi interés por él fue casual: cuando era niño
llegó sin saber cómo una revista a casa y en sus páginas se contaban los
crímenes de este inmundo ser y me pareció una representación de lo que en ese
momento vivía: era el tiempo de la violencia política del Perú y no podía dejar
de asociar a los terroristas con Jack: seres que aparecían, mataban y
desaparecían dejando detrás un reguero de sangre, un cuerpo muerto, y con esos
actos expandían la ponzoña del miedo por todos nosotros. Así que cuando me fui
a vivir a Londres pensé que no era casualidad que estuviera, sin haberlo nunca
planificado, en la ciudad donde pasaron (hace 125 años) esas cosas que me obsesionaron desde que era niño.
Fui a recorrer con curiosidad los lugares por donde el bestial asesino se movió
y aquí les traigo el resumen de lo que vi.
 |
Foto de http://alotroladodelmisterio.net/ |
El callejeo se inicia en la
estación de WHITECHAPEL desde donde
salimos hacia WHITECHAPEL ROAD. Al
lado de la entrada del metro podrás ver el edificio en el que se encontraba la sede del
WHITECHAPEL WORKING LADS INSTITUTE, una organización que ayudaba a los pobres y desempleados. Este lugar es importante pues en él (exactamente en el "Salón Alexandra", que es como se llamaba la princesa de Wales) se celebraron las
indagaciones públicas sobre los asesinatos del destripador. Se dice también que
allí fueron llevados los restos de MARY ANN NICHOLS –primera víctima- los cuales fueron hallados en DUNWARD STREET, hacia donde nos
dirigimos.
 |
Al lado del metro de Whitechapel está este edificio que fue el WHITECHAPEL WORKING LADS INSTITUTE |
Pero antes una historia
curiosa. A unos pocos metros de la entrada del metro hay un edificio
(exactamente en el 259) donde se puede ver una tienda de saris y en el que en
1888 (durante los meses que se cometieron los asesinatos) se hacía un show
bastante extraño: se exponía en una jaula a un hombre deforme a quien se le
ordenaba mostrarse a los curiosos que pagaban por verle. Se llamaba JOSEPH MERRICK y era conocido como EL
HOMBRE ELEFANTE. Entre las personas que entraron alguna vez a observar el espectáculo
estaba el doctor TREVES, un patólogo
que trabajaba en el LONDON HOSPITAL
el cual se encuentra justo al otro lado de la avenida. El galeno “compró” a
MERRICK y se lo llevó al hospital donde el enfermo estuvo hasta 1890, año en el
que murió. Sobre esta experiencia Treves escribió un libro al que tituló THE
ELEPHANT MAN AND OTHER REMINISCENCES. Cuento esta historia peculiar para dar
una idea del extrañísimo ambiente que había en esa tierra de nadie llamada EAST END.
 |
Lugar en el que se exponía al HOMBRE ELEFANTE. |
 |
London Hospital, donde murió el HOMBRE ELEFANTE. |
Nadie diría que en Londres
pueda existir un lugar como WHITE CHAPEL ROAD: es vibrante y desordenado, y
está colmado de pequeños puestos protegidos con telas en los que se vende de
todo. El tipo de mercados que uno esperaría encontrar en una avenida limeña.
 |
WHITECHAPEL ROAD. Londres - Inglaterra. |
Se
desata la tormenta
Detrás de la estación se encuentra la esquina que hacen
las calles DURWARD y WINTHROP. Justo allí está el edificio
de departamentos OLD SCHOOL (Buck´s Row Board School) y al
frente un estacionamiento, lugar en el que CHARLIE
CROSS, un portero del mercado de SPITALFIELDS,
halló, a las 3 y 30 de la mañana del 31 de agosto de 1888, un bulto al que
examinó con dificultad pues los míseros faroles de gas apenas si alumbraban:
era el cuerpo de MARY ANN NICHOLS.
Al rato llegó otro hombre, ROBERT PAUL, quien también estaba camino de su trabajo, y ambos examinaron el cuerpo y arreglaron sus ropas. Viendo que no podían hacer nada más fueron a buscar a un policía. Unos minutos después, pasó justo por BUCK`S ROW (nombre con el que entonces se conocía a DURWARD ST) el policía JOHN NEIL, quien hacía su guardia nocturna. Caminaba por allí cada 30 minutos. En su anterior paseo (a eso de las 3:15 de la madrugada) no había visto nada raro en el lugar. Cuando observó el bulto iluminó la escena con su linterna y vio algo espantoso, y que Cross y Paul no habían visto: la mujer tenía el cuello cortado de oreja a oreja. Cuando llegó el doctor Rees Llewellyn (su consultorio estaba en el 152 de Withechapel Road, casi esquina con Brady Street) confirmó la muerte y se dio cuenta de que el cuerpo todavía estaba caliente:
Mary había sido asesinada no hacía mucho. El asesino debería de estar cerca.
Pero, ¿cómo es que nadie lo vio?
 |
La estrella azul muestra el Lugar donde se encontró el cuerpo de M. A. Nichols. |
Ni siquiera Emma Green, una viuda que vivía justo sobre el sitio donde se encontró el cuerpo, y quien afirmó haber estado despierta en el momento crucial, oyó nada extraño. ¿Y si el cuerpo fue traído desde otro lugar? El policía Neil buscó marcas de ruedas u otras evidencias pero no encontró nada que sugiriera que el cuerpo hubiese sido transportado desde otro sitio y dejado allí: El horror había llegado a Londres.
 |
OLD SCHOOL y detrás al aparcamiento, lugar donde fue encontrado el cuerpo de MARY ANNE NICHOLS. |
Mary Ann era una
prostituta de 44 años (aunque aparentaba muchos menos) a la que conocían como POLLY. Solía vivir en un hospedaje llamado WILMOTT`S (18 de la calle THRAWL) de donde fue
echada aquella infortunada noche (a la 1:40 de la madrugada, aproximadamente) por no tener los 4 peniques que costaba la
cama. Entonces salió a la calle a buscar
clientes. A las 2 y 30 fue vista por última vez: la encontró su amiga EMILY HOLLAND en la esquina que hacen WHITECHAPEL ROAD y OSBORN STREET (hoy Brick Lane), donde ambas mujeres hablaron. Polly estaba totalmente ebria y caminaba apoyada a la pared. Una hora más tarde
solo quedaría de ella sus pobres posesiones: un peine, un pequeño pañuelo blanco, el pedazo de un espejo... y un cuerpo mutilado.
 |
Recorrido que hizo M.A. Nichols la noche de su muerte. |