Estación de tren de St. Pancras: las ceremonias del adiós

jueves, 7 de marzo de 2013



Desde el mundo de los libros al de los trenes hay solo un paso. Que doy con gusto. Es curioso ver una biblioteca (ver entrada anterior) y una estación de trenes tan juntas, pegaditas. Aunque en mi opinión ambos lugares no difieren tanto pues tienen dentro de sí elementos que permiten el movimiento, la evasión, la huida: libros y trenes. No recuerdo bien si fue Chatwin o de Botton el que contó aquello de que Stevenson siempre iba a las estaciones de tren a mirar partir los trenes y a desear intensamente estar dentro de uno de ellos y partir, simplemente partir. Otro tanto hacía Baudelaire quien cada vez que se sentía terrible se iba a los puertos y estaciones de tren, de allí que escribiera algo como: “!Llévame, vagón! ¡Ráptame, fragata! / ¡Lejos! ¡Lejos! ¡Aquí el lodo está formado con nuestros llantos!”  (Moesya et errabunda).

Estación de Tren de St. Pancras. Londres - Inglaterra.
Estación de Tren de St. Pancras. Londres - Inglaterra.
St. Pancras es un puro contraste. Si su fachada gótica, inmensa y elegante te hace pensar que estás a punto de entrar a un palacete gótico de otro tiempo; una vez dentro te das cuenta que en sus ambientes impera lo funcional, lo simple y hasta lo vanguardista. Yo no sé si mucha gente vendrá a visitar la estación por simple interés o curiosidad; quizás los amantes de los trenes pero aparte de ellos imagino que muy pocos turistas caerán por aquí.

Estación de Tren de St. Pancras. Londres - Inglaterra.
Estación de Tren de St. Pancras. Londres - Inglaterra.


Estación de Tren de St. Pancras. Londres - Inglaterra.




Casi todos son gente que va al vuelo, llevando maletas, partiendo o llegando, saliendo o entrando, cambiando de andén, saludando o despidiéndose. El francés suena por los altavoces lo que debe hacer a este el único sitio en Londres en donde esto sucede. Normal, los trenes parten desde aquí a París y Bruselas. Increíble, que crucen el Canal de la Mancha con una rapidez alucinante. ¿Qué diría hoy el viajero medieval que tenía que esperar buenos aires para que su barco partiese desde las islas británicas hasta Calais esperando no tener la mala suerte de que los vientos huracanados le regalen momentos de horror? 

Estación de Tren de St. Pancras. Londres - Inglaterra.
Estación de Tren de St. Pancras. Londres - Inglaterra.

Veía yo los nombres de las ciudades en una pantalla eléctrica de esta estación y me pasaba algo similar a lo que experimentaría Stevenson: quería subirme a uno de esos trenes que me aseguraban que me llevarían lejos, que me mostrarían un mundo que pasaría raudo y encantador detrás de las ventanas. Bueno, me ha pasado siempre en las estaciones de bus y también en los aeropuertos aquello de ver el panel electrónico con un luminoso listado de nombres de ciudades y querer elegir todas para irme, verlas, caminarlas. Pocas cosas hay tan excitantes. Una lista así, como un mapa, hace que todo sea posible y que esté al alcance; que todo dentro de uno sea un movimiento perpetuo.

Estación de Tren de St. Pancras. Londres - Inglaterra.
Estación de Tren de St. Pancras. Londres - Inglaterra.
Estación de Tren de St. Pancras. Londres - Inglaterra.
Estación de Tren de St. Pancras. Londres - Inglaterra.

Cuando paseaba por St. Pancras me parecía sorprendente esa tranquilidad que mostraban los viajeros aun sabiendo que su tren pasaría debajo de la superficie del mar. Acostumbrados como estamos a la más excelsa y rampante modernidad eso parece ya una minucia al lado de todas las cosas maravillosas que ahora se hacen. Lo que en verdad parecía llamar la atención de los viajantes era la inmensa y broncínea estatua de 9 metros de altura que representa a una cariñosa pareja y que se ubica al lado de las vías del tren. Una pareja que por la pose parece haber sido sacada de una de esas películas británicas en donde ellos, los ingleses, se aman y los otros, los portugueses por ejemplo, venden a sus hijas para casarlas; tipo Love Actually.

Estación de Tren de St. Pancras. Londres - Inglaterra.

Bueno, no haré de aguafiestas. Una estación de tren no solo invita a la huida sino también a la alegría del reencuentro y a la tristeza del partir. Es decir, es un sitio en donde se manifiesta mejor lo que de humanos tenemos. Es por eso que me gustan estos sitios pues hay mucha, muchísima energía. De hecho nunca fui tan feliz como cuando trabajaba en el aeropuerto de Lima, pero esa es otra historia.  

ST PANCRAS PARISH CHURCH. Londres - Inglaterra
Por eso digo que la modernidad de los trenes no nos sorprende tanto, lo realmente increíble es que aunque viajemos más cómodos que los viajeros de hace 50 años los sentimientos siguen siendo los mismos. Los que siempre nos estamos yendo y probamos la felicidad de conocer otros sitios al fin y al cabo sabemos que hay algo inevitable que tenemos que pagar por esa alegría: siempre hemos de probar el amargo cáliz del adiós. 


Este callejeo continuará…


Pablo


PD: la última foto es de la ST PANCRAS PARISH CHURCH, iglesia ubicada a unas cuantas calles de la estación. Es un lugar interesante pues se la diseñó en 1833 basándose en el ERECTEION de la fabulosa Acrópolis griega.

2 comentarios:

PEDROHUELVA dijo...

interesante vision de una ciudad. Tomo nota .

gracias

Pablo Solórzano dijo...

Pedro muchas gracias por tu visita y comentario. Espero te animes a visitar este lugar muy transitado pero poco visto con ojos de "viajero". Un abrazo

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