Íbamos por la carretera que une Munich con Augsburgo y Bibi
pisaba el acelerador a 140 por hora (no hay señales de límite de velocidad en
Alemania, increíblemente) mientras que tan pancho me cantaba una canción que
había oído cuando él era niño: decía en alemán algo así como “el joven indio del Perú”. Pensé que me estaba vacilando, pero me reí mucho con la
posibilidad. El hecho es que por esas velocidades necesitamos poco más de media
hora para llegar a Augsburgo, la famosa ciudad de Augusto (de allí el nombre),
de la que tanto había oído hablar.
Un cafecito en una de las
terracitas de la amplia plaza para cargar energías mientras miramos al gran
emperador romano en la cima de una elevada columna, y las cúpulas bulbiformes
del hermoso Ayuntamiento hacia donde nos dirigiríamos luego para visitar uno de
los tesoritos más conocidos de la ciudad: la Goldeneersaal o Sala Dorada.
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Augsburgo. Baviera - Alemania. |
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Augsburgo. Baviera - Alemania. |
Pagamos la entrada (2.50
€) y subimos directamente al 2do piso (o 1era planta para los españoles), y
apenas entramos sentía que me metía en una inmensa burbuja resplandeciente,
hecha sólo de oro; como si fuera la habitación de una historia de fantasía: molduras,
ménsulas, capiteles, fustes, todo parece irradiar luz.
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Salón dorado. Augsburgo. Baviera - Alemania. |
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Salón dorado. Augsburgo. Baviera - Alemania. |
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Salón dorado. Augsburgo. Baviera - Alemania. |
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Vista de Augsburgo desde el Salón dorado. Baviera - Alemania. |
En el techo, todas esas
imágenes hechas con sabor clásico, casan perfectamente en medio de todo ese
inventario de bellos ornamentos. Y son todo un placer para el viajero que guste
de la iconografía y simbología. La pieza central, de forma oval y longitudinal
y de más o menos 24 metros, muestra a
SAPIENTIA (sabiduría), representada por una figura femenina, y que va
ataviada con lujosas ropas y una corona. Dirige un carro triunfal del que tiran
hombres con pinta de sabios. El lema, que es cargado por unos ángeles, dice PER ME REGES REGNANT (a través de mi
los reyes reinan).
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Salón dorado. Augsburgo. Baviera - Alemania. |
A ambos lados de esta
imagen hay otras dos pinturas redondas que simbolizan las tareas de las
autoridades y las virtudes que un ciudadano de una gran comunidad debería
tener. En la parte oeste se
encuentra ARCHITECTURA junto al constructor del ayuntamiento (Elias Holl), una
cartela especifica CIVITATES CONDUNTUR ("se están construyendo las
ciudades"). Las figuras femeninas de las pinturas ovales ubicadas
alrededor representa el afán de sabiduría (IUNVENTUS SAPIT: a los jóvenes les
interesa la sabiduría), la diligencia y la fertilidad (CIVES PROPAGANTUR: los
ciudadanos crecen y se reproducen), la laboriosidad (NEMO OTIOSUS: que nadie esté
ocioso) y la piedad (CAELUM APERITUR: el cielo se abre).
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Salón dorado. Augsburgo. Baviera - Alemania. |
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Salón dorado. Augsburgo. Baviera - Alemania. |