Debió haber sido el
invierno, el día gris, el viento que rugía amenazante o el hecho de saber las
cosas horribles que aquí pasaron: ese recuerdo parecía estar agazapado en las
paredes desconchadas, en las puertas viejas de las casas, en las fachadas poco
cuidadas de los edificios de este lugar. Debió haber sido eso o algo parecido
lo que dispuso mi ánimo de tal modo que sentí una punzada de inexplicable
melancolía cuando recorría las calles del barrio de KAZIMIERZ.
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Barrio de KAZIMIERZ. Cracovia - Polonia. Foto http://www.turismocracovia.com/ |
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Barrio de KAZIMIERZ. Cracovia - Polonia Foto http://www.viaggero.it/index.html |
En su época un pueblo
medieval que formó sus propias leyes y carácter; fue absorbida por Cracovia y se convirtió en el barrio con
más judíos en toda Polonia. Vinieron en busca de refugio pero el vendaval de la
muerte acabó con la esperanza de la sobrevivencia y miles y miles de ellos
acabaron en las cámaras de los horrores del nazismo. Desde la segunda guerra
mundial KAZIMIERZ vivió un silencioso letargo en el cual la marca indeleble del
horror parecía ser lo único existente hasta que llegó HOLLYWOOD, esa máquina de crear fantasías y tendencias turísticas,
y con su varita mágica hizo posible que gracias a una película (La lista de Schindler) el barrio se
despertara de la rémora en la que vivía sumido y pasar a convertirse en uno de
los rincones más visitados de Cracovia.
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Barrio de KAZIMIERZ. Cracovia - Polonia. Foto de http://tucuta-vivencias.blogspot.com.es/ |
Hacía allí dirigimos
nuestros pasos luego de visitar la colina de WAWEL (ver entrada anterior).
Caminamos a la vera del Vistula hasta el puente GRUNWALD desde donde vimos, una vez más, sobresaliendo por estar
erigida sobre un promontorio rocoso, las macizas torres de la iglesia paulina
de SAN ESTANISLAO. Como dijimos está
asociada al santo patrón de Polonia que fue decapitado y desmembrado en 1079. En
el lado izquierdo del altar mayor hay un tronco protegido por un cristal que se
supone que es donde decapitaron al santo, reliquia que ha convertido a esta
iglesia en un lugar de peregrinaje para muchos polacos. Aunque cuando fuimos,
muy temprano por la mañana, no había nadie.
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Iglesia de San Estanislao. Cracovia - Polonia |
En los alrededores de la
iglesia encontramos la imagen de Juan
Pablo II (¡de nuevo!) y una plazoleta en donde había unas columnas sobre
cada una de las cuales se aposentaba la estatua de un obispo o un santo.
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Iglesia de San Estanislao. Cracovia - Polonia |
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Iglesia de San Estanislao. Cracovia - Polonia |
Salimos de esta zona y a
través de la calle SKALECZNA nos
adentramos más en el viejo barrio de Kazimierz. Todavía estamos en la parte
católica por lo que no sorprende encontrase otro edificio católico notable, más
que eso, deslumbrante. La IGLESIA DE
SANTA CATALINA.
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Iglesia de Santa Catalina. Cracovia - Polonia. Foto de http://www.augnet.org |
Vista desde afuera ya
llama la atención por su tamaño monumental y ese rojizo constante de sus
paredes enladrilladas. Sus alargadas ventanas y pináculos apuntando al cielo
nos dejan sentir la fuerza gótica de este majestuoso templo. Y si por fuera la
arquitectura es sencilla y recia, los interiores son un ensalzamiento del lujo
y de la magnificencia. Su altar barroco, de 1634, y la sillería del coro son
piezas fantásticas.
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Iglesia de Santa Catalina. Cracovia - Polonia. Foto de http://www.wikipedia.org/ |
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Iglesia de Santa Catalina. Cracovia - Polonia. Foto de http://www.flickr.com/ |
Salimos de nuevo a la
calle SKALECZNA y no nos detenemos hasta dar con KRAKOWSKA por donde doblamos a la izquierda y luego volvemos a
doblar por la primera esquina que encontramos a la derecha. Ya estamos en la
calle JOZEFA. Una arteria larga
cuyas casas no alteran en mucho la armoniosa arquitectura de la ciudad. Aunque
debo decir que al menos yo sentí un cambio en el ambiente, es decir como que la
atmósfera dejaba de ser menos amistosa sin llegar a ser peligrosa: había algo
ominoso, oculto… o quizás son pájaros míos que llevo en la cabeza y que se
liberan cuando veo lugares con cierto aire decadente.
En una esquina 4 hombres
ríen descaradamente y sus carcajadas son lo único que altera la aparente
tranquilidad del lugar. Están vestidos con ropas viejas y oscurecidas. Uno
lleva una gorra de lana azul y tiene una barba crecida. Lleva en la mano una
botella pequeña de plástico con un líquido transparente dentro. Ríe y sale una
columna de vaho de su boca que se dispersa y se pierde en la nublada mañana. No
es necesario acercarse mucho para sentir el fuerte olor a alcohol que despiden
esos cuerpos. Alcohol y la suciedad de sus ropas: el olor del desamparo. Había
que salir de la ciudad vieja para verlos. Kazimierz, parece otro mundo.
La calle JOZEFA nos lleva
hasta la esquina con la SZEROKA,
donde se ubica la VIEJA SINAGOGA (la
más antigua de todo el país), y por allí subimos. Esta ancha calle más parece
una plaza motivo por el cual la han considerado siempre como el centro del
barrio judío. Hoy está llena de tiendas y restaurantes primorosos puestos allí
para el solaz de los turistas.
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Calle Szeroka. Cracovia -Polonia. |
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Calle Szeroka. Cracovia -Polonia. Foto de http://blog.michalkordas.com/ |
Si sigues subiendo por esta calle verás a tu
izquierda la entrada principal a la sinagoga REMUH, la más pequeña del barrio y la única en la que se celebran
todavía ritos religiosos. Hay allí un pequeño patio donde se pueden ver
colgando en las paredes unas placas que recuerdan a las víctimas judías del
holocausto nazi. Es, también, la puerta de entrada al cementerio de REMUH, del
siglo XVI. El camposanto estaba cerrado pero nos fuimos a la parte de atrás
(calle JAKUBA) a ver si había otro
modo de entrar. Lo único que encontramos era una pequeña entrada enrejada a
través de la cual se podía ver un poco el interior del cementerio. Vimos sus
austeras lápidas de piedras, bien ordenadas y colocadas una detrás otra como si
fuera una formación castrense. No sé por qué pero se me vino a la mente alguna
foto que vi de unos judíos formado ordenadas colas en el patio de algún campo
de concentración. Seres vivos listos para ser parte de la cadena destructiva de
la muerte; las lapidas estaban dispuestas en la misma ordenada posición:
simetría de la tristeza. Ni aún después de muertos esta gente estaría en paz:
las tumbas del REMUH fueron destruidas para pavimentar las calles.
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Sinagoga de Remuh. Cracovia -Polonia. Foto de http://masviajesmasriqueza.blogspot.com.es/ |
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Cementerio de Remuh. Cracovia -Polonia. Foto de http://masviajesmasriqueza.blogspot.com.es/ |
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Cementerio de Remuh. Cracovia -Polonia. Foto de http://www.allposters.com.mx/ |
Continuamos por la estrecha calle
JAKUBA. En la acera de enfrente caminan con paso tambaleante 3 espectros que profieren
sonidos doblemente inentendibles: por ser dichos en polaco y con el ímpetu que da
la sobredosis de alcohol. Uno de los espectros nos ve y cruza la calle. En la
hondonada de sus ojos se ha aposentado una marea rojiza; tiene una larga y cana
barba. Nos suelta el tufo penetrante que emerge del caldero alcoholizado de sus
tripas y nos dice, levantando su sucia mano: MONY, MONY… Lo evitamos, nos sigue
con la mirada, esboza una sonrisa incompleta, luego hace un mohín de molestia y
se va a alcanzar a sus amigos. ¿Serán descendientes de algunos de los 65 mil
judíos que vivía en Cracovia (muchos de ellos en este barrio)?, ¿Cómo soportarán
estos desdichados el espantoso frío del crudo invierno polaco?
Llegamos a la calle MIODOWA por el cual avanzamos sin pausa
pues nos llevará hasta nuestra próxima y última parada. Apenas pasamos debajo
de un pequeño puente sobre el que están las vías del tren nos encontramos con
la entrada al NUEVO CEMENTERIO JUDIO.
Allí fuimos, ya saben mi predilección por los camposantos.
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Nuevo cementerio Judío. Cracovia -Polonia |
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Nuevo cementerio Judío. Cracovia -Polonia |
Felizmente el sitio estaba
abierto así que pudimos visitarlo. De entrada se nota la diferencia con el de
REMUH, si ésta es mucho más ordenada y la posición de sus tumbas parecen haber
seguido un patrón lógico el que visitábamos ahora era todo lo contrario: un
desorden feroz de tumbas que parecían competir para tumbar al vecino y no caer.
Cubiertas todas, o casi todas, de una pátina mohosa y verde que contrastaba cruelmente
con la superficie ennegrecida las tumbas. Todo lo cual le daba al cementerio un
pesado toque de tristeza y desolación. Es el único cementerio judío en uso en
Cracovia y para entrar en él se exige a los hombres cubrirse la cabeza motivo
por el cual salgo yo en la foto con la capucha puesta.
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Nuevo cementerio Judío. Cracovia -Polonia |
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Nuevo cementerio Judío. Cracovia -Polonia |
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Nuevo cementerio Judío. Cracovia -Polonia |
Era hora de regresar al
hotel a recoger nuestras cosas pues esa tarde regresábamos a Londres. Caminamos
hasta la estación de tren y tomamos el que se suponía nos iba a llevar al
aeropuerto pero retrasó su salida en media hora. Encima, yo perdí mis últimas
monedas polacas y nos faltaban 2 zl. Nos cambiaron de tren y cuando pagamos los
tickets al controlador felizmente se hizo de la vista gorda por los 2 zl. que
me faltaban. Llegamos al aeropuerto y la oficina de Ryaniar, donde debía yo
poner el sello para mi pasaporte, ya saben el tonto trámite del que hable en la
primera entrada, estaba cerrada. Hablé con una chica que trabajaba en el
aeropuerto y nos aceleró todo y nos puso los primeros en el control de
pasaportes. Como si no hubiésemos tenido bastante el militar que se encargaba
del control cogió mi pasaporte como si hubiese llegado a sus manos una bomba
radioactiva: lo miró, leyó con envidiable paciencia todo lo que decía, lo pasó
por un escáner, lo volvió a pasar, seguía leyendo… y nuestro avión que se iba. Me
pregunto si este hombre de armas, muy versado seguramente él en muchas cosas
como la mayoría de sus colegas, podía haber ubicado el Perú en su mapa mental. Entonces,
el hombre hizo amago de entregarme el documento y me lo volvió a quitar de las
manos para volver a mirarlo. Eficacia militar, que le llaman.
Hay golpes tan fuertes en
la vida, yo no sé, golpes como el hecho de tener un pasaporte de un país
exótico y remoto… ah, qué maravilla el tercer mundo… nunca en nuestras vidas de
viajeros habíamos estado a punto de perder dos vuelos del mismo viaje (saliendo
de Londres también tuvimos apuros por culpa del bus de TERRAVISION que nos
llevó al aeropuerto). Felizmente la gente empezó a mortificarse y a comentar en
voz alta; el tipo me entregó el pasaporte y cuales campeones olímpicos corrimos
a la puerta de embarque. Fuimos los últimos en subir al avión.
Para ser justos creo que
Cracovia necesita al menos 5 días para ser visitada pues tiene mucho por
ofrecer. No es una ciudad para ir con prisas, además cuanto más la exploras,
más cautivado quedas. Hasta la próxima bella Polonia.
Pablo
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