La poesía del viaje: Sergio Pitol

jueves, 28 de febrero de 2013



El hilo que une a esos años, lo supe  siempre, fue la literatura. Toda experiencia personal, al fin y al cabo, confluía en ella. Durante muchos años la experiencia de viaja, leer y escribir se fundió en una sola. Los trenes, los barcos y el avión me permitieron descubrir mundos maravillosos o siniestros, todos sorprendentes. El viaje era la experiencia del mundo visible, la lectura, en cambio, me permitía realizar un viaje interior, cuyo itinerario no se reducía al espacio sino que me dejaba circular libremente a través de los tiempos. Leer significaba acompañar al señor Bloom por las tabernas de Dublín a principios de este siglo, a Fabrizio del Dongo por la Italia posnapoleónica, a Héctor y Aquiles por las plazas de Troya y los campamentos militares que durante años la circundaron. Y escribir significaba la posibilidad de embarcarse hacia una meta ignorada y lograr la fusión –debido a esa oscura e inescrutable alquimia de la que tanto se habla cuando se acerca uno al proceso de la creación- del mundo exterior y de aquel que subterráneamente nos habita.

SERGIO PITOL, EL ARTE DE LA FUGA 

Chorrillos: auge y declive

martes, 26 de febrero de 2013



La costa limeña es muy extensa y de la presencia del mar disfrutan muchos distritos pero son sin duda el Callao y Chorrillos los que más ligados están a él.  Esta es nuestra última entrada sobre los barrios limeños que vale la pena conocer aunque en el tintero se nos quedan varios más que seguro visitaremos cuando volvamos al Perú. Déjame contarte ahora sobre el sitio en cuyas playas se asentaron los primeros pescadores de Lima y que desde entonces ha tenido una de las historias más interesantes y complejas: CHORRILLOS.

Este distrito empezó siendo un centro administrativo desde donde se dominaban un gran parte de lo que es el sur de la Lima actual. Luego fue coloniazo primero por los incas y más tarde por los españoles quienes llegaron aquí en 1533 en su camino hacia el oráculo de Pachacamac

Chorrillos. Lima-Perú.
Más tarde se convirtió en el sitio favorito de muchos virreyes que vinieron por aquí a ver los chorrillos de agua que caían por los barrancos permitiendo que todas esas laderas se vistieran de un intenso verdor. Es por eso que le llaman LA COSTA VERDE a la zona de los acantilados que dan al mar, aunque de verdor allí ya no queda mucho.

El pequeño pueblo de Chorrillos dejó atrás sus ropajes más pobres para convertirse poco a poco en un cómodo y exclusivo balneario adonde huían los limeños del XIX a relajarse pues cundía allí una atmosfera relajada, una especie de alegría sin fin de la que hablaron algunos viajeros ingleses (Gilbert Mathison o Robert Proctor) a quienes les gustó tanto el sitio que la llamaron la BRIGHTON LIMEÑA.


Imagen de http://limalaunica.blogspot.com.es/
Imagen de http://limalaunica.blogspot.com.es/
Y como donde hay plata hay negocio no es de extrañar que hubiese entonces indios que aprovecharon la nueva situación para ofrecer servicios de compañía a las señoritas que querían con suma pudibundez aplacar sus calores en el mar sin peligro alguno, ¿ya ven limeñitos de ahora dueños de playas, arenas, mares y aires, que antes no existía eso de trazar un límite para que no pasase a la zona de ricos la gente del pueblo? Además estos ingeniosos vecinos conducían a la gente desde las alturas del acantilado hasta la misma playa a loma de mula,  tal y como se hace ahora a lomo de mototaxi. ¡Ah!, una vez en la playa el ofrecimiento de servicios no decaía ya que se vendían comidas y bebidas y se alquilaban habitaciones de esteras para que la gente se pueda cambiar de ropa. Es decir, lo del imaginativo recurseo peruano no es de ahora… El francés Maurico Rugendas pintó en la década de 1840 unos cuadros que son famosos en Lima y que nos dan una idea de la vida y los personajes de la villa chorrillana.

Imagen de http://limalaunica.blogspot.com.es/

Y llegó la década de 1860, y también la del 70 y la economía peruana empezó a inflarse  como una burbuja de mierda… sí, pues estaba hecha de mierda de pájaro o lo que llamamos guano, materia que el Perú exportaba a lo loco y que le permitió a este paisito de extremo occidente recibir dinero fresco como nunca antes había sucedido. Dinero que se gastó también a lo loco. ¿De qué manera?.

Barranco: amor, mística y bohemia

viernes, 22 de febrero de 2013



El barrio más famoso de Lima por ser el lugar ideal para  disfrutar de terrenales placeres que incluyen a la afectada bohemia y a la más desbocada pachanga, tuvo un nacimiento casi místico: una noche unos pescadores vieron arribar a sus costas un pedazo del Cristo Crucificado; días después, cerca de ese lugar, un panadero que tenía el alma enharinada de fe mandó a construir una pequeña capilla. Luego se mudó allí y se convirtió así en uno de los primeros habitantes de lo que los limeños conocerían más tarde como BARRANCO. Quizás esta historia no es más que un trasunto cristiano del mito del ídolo precolombino llamado Sulcovilca, ente muy apreciado en la zona y al que los pescadores adoraban en una especie de altar hecho de roca que se ubicaba frente al mar. Allí ejercían su fe a través de rituales que eran parte de los preparativos que hacían antes de adentrarse allende el mar.

Barranco. Lima - Perú.
Barranco. Lima - Perú.
Considerar a este distrito como una alternativa a la gran urbe, como una especie de tranquilo lugar al margen de la locura limeña, no es cosa de ahora. Tan buena era su ubicación que los españoles pugnaron por repartírselo, Flora Tristán lo consideró “un oasis encantador”, y las ricas familias limeñas se mandaron a hacer aquí algunas casas con huertas para veranear. Aunque el barrio favorito para ello fue Chorrillos lugar sobre el que escribiré en la siguiente entrada. 

Empecemos esta visita desde el lugar más emblemático de Barranco: la zona del “Puente de los suspiros”. Ya sé que no te estoy recomendando nada original pero es que este es el sitio en donde la leyenda sembró la simiente del distrito. Construido entre 1875 y 1878, se le llamó Puente de los Suspiros por ser los enamorados quienes más lo transitaban cosa que ha dado pábulo a la creación de canciones y poemas inspirados en este puente que se eleva sobre la quebrada que baja hacia el mar.

Barranco. Lima - Perú.
Barranco. Lima - Perú.

Barranco. Lima - Perú.
Barranco. Lima - Perú.

El panorama que vez desde allí es producto del resurgir del distrito en el siglo XX luego del desastre de la guerra con Chile. Si te pones de cara hacia el mar verás a tu izquierda residencias llenas de andenes ajardinados y bien provistos de unos balcones que tienen una vista privilegiada. 

Barranco. Lima - Perú.

Un paseo por Surco

martes, 19 de febrero de 2013


Cuando los españoles llegaron al valle de Rímac –lo que hoy sería la zona por donde se ha desparramado Lima- encontraron varios señoríos. Uno de ellos era el de Sulco sobre el que Bernabé Cobo, cronista jesuita, dijo que era "muy grande población"; y parece que estuvo en lo cierto porque aparentemente Sulco comprendía la inmensa área que hoy conforman los limeños distritos de Surco, Chorrillos, Barranco y Miraflores.

Desde entonces Sulco o SURCO se convertiría en una próspera zona rural y a partir el siglo XVII en el lugar favorito por los virreyes para vivir gracias a las bondades de su clima. Con el paso de los siglos su importancia como lugar para el solaz de la élite limeña fue disminuyendo ya que emergerían, a mediados del XIX, nuevos sitios como el distrito costero de CHORRILLOS sobre el que escribiremos próximamente. Sin embargo hasta los años cincuenta del pasado siglo Surco seguía conservando su cariz rural y apacible hasta que la acelerada urbanización hizo desaparecer casi toda su superficie agrícola. Aparecieron así exclusivos barrios como Monterrico o Las Casuarinas; el hipódromo del Jockey Club, uno de los más modernos del continente; y el Jockey Plaza Shopping Center uno de los mas grandes de Lima. Modernidad que le llaman.

Surco. Lima - Perú
Pero no se acongoje el viajero buscador de lo antiguo y tradicional pues todavía es posible hacerse una idea de ese viejo Surco si se visita su bonita plaza y sus estrechas callecitas aledañas que son alumbrados por antiguos faroles, todo lo cual da una idea de lo que pudo haber sido un pueblo apacible. Pues bien, allí fuimos con ansias de conocer un poquito más esas partes de Lima menos famosas y ser así consecuentes con esa idea que este blog propone que es la de ser también turista o viajero en tu propia ciudad porque estamos seguros que las cosas cercanas nos pueden sorprender si miramos lo cotidiano con nuevos ojos.

La placita de Surco, adonde llegamos directamente, está llena de pequeños jardines bien sombreados por viejos pinos. Hay una simpática glorieta al centro y una iglesia, llamada de SANTIAGO DE SURCO, que fue construida el siglo XVIII lo que quiere decir que está allí desde que Surco era una reducción de indios creada por los españoles. Se dice que en el subsuelo de este edificio existe un cementerio.

Surco. Lima - Perú
Surco. Lima - Perú

Jirón Quilca : La calle de las maravillas

jueves, 14 de febrero de 2013


Hay muchas calles en Lima que están llenas de magia. Algunas solo tienen magia negra y muchas otras solo blanca. Pero algunas amalgaman sin roche ambas cosas, las luces y sombras, los ángeles y demonios callejeros que pululan en la capital peruana. Y una de esas calles es QUILCA que está ubicada a unos pasos de los manidos lugares donde se queda atrapada toda la movida turística. Si visitas Lima, anímate a cruzar por allí, rompe el límite y métete en territorio comanche, date un paseo por el lado salvaje, honey.


Distinta es esta calle hasta en su disposición. Mientras que todas, o casi todas, a su alrededor son rectas y sin grandes curvas esta es oblicua y entra como una lanza por el costado de uno de los centros de la urbe: la plaza San Martín. Por eso se dice que Quilca se ubica sobre lo que era parte del camino incaico que partía la ciudad en este-oeste y que Pizarro, ve tú a saber por qué misteriosas razones, respetó ese trazado. Así que si andas por allí te puedes hacer a la idea de que era la ruta por la que caminaban los antiguos peregrinos incas.

Jirón Quilca. Lima - Perú.
Cada vez que regreso a Lima tengo que ir sí o sí a andar por el centro y sobre todo por esta calle. Sea de día o de noche, no puedo dejar de andar por allí ya que es parte de mi educación sentimental. Cuando se despertó mi pasión por los libros y la lectura hice una especie de comunión con este lugar. No debo de haber sido el único, muchas bibliotecas de gente de mi generación, y de las posteriores, deben estar llenas de libros o revistas que salieron de las tiendas o puestos de esta calle en donde los empolvados y viejos estantes siempre guardaban para el lector curioso una joya.

Jirón Quilca. Lima - Perú.



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