Barranco: amor, mística y bohemia

viernes, 22 de febrero de 2013



El barrio más famoso de Lima por ser el lugar ideal para  disfrutar de terrenales placeres que incluyen a la afectada bohemia y a la más desbocada pachanga, tuvo un nacimiento casi místico: una noche unos pescadores vieron arribar a sus costas un pedazo del Cristo Crucificado; días después, cerca de ese lugar, un panadero que tenía el alma enharinada de fe mandó a construir una pequeña capilla. Luego se mudó allí y se convirtió así en uno de los primeros habitantes de lo que los limeños conocerían más tarde como BARRANCO. Quizás esta historia no es más que un trasunto cristiano del mito del ídolo precolombino llamado Sulcovilca, ente muy apreciado en la zona y al que los pescadores adoraban en una especie de altar hecho de roca que se ubicaba frente al mar. Allí ejercían su fe a través de rituales que eran parte de los preparativos que hacían antes de adentrarse allende el mar.

Barranco. Lima - Perú.
Barranco. Lima - Perú.
Considerar a este distrito como una alternativa a la gran urbe, como una especie de tranquilo lugar al margen de la locura limeña, no es cosa de ahora. Tan buena era su ubicación que los españoles pugnaron por repartírselo, Flora Tristán lo consideró “un oasis encantador”, y las ricas familias limeñas se mandaron a hacer aquí algunas casas con huertas para veranear. Aunque el barrio favorito para ello fue Chorrillos lugar sobre el que escribiré en la siguiente entrada. 

Empecemos esta visita desde el lugar más emblemático de Barranco: la zona del “Puente de los suspiros”. Ya sé que no te estoy recomendando nada original pero es que este es el sitio en donde la leyenda sembró la simiente del distrito. Construido entre 1875 y 1878, se le llamó Puente de los Suspiros por ser los enamorados quienes más lo transitaban cosa que ha dado pábulo a la creación de canciones y poemas inspirados en este puente que se eleva sobre la quebrada que baja hacia el mar.

Barranco. Lima - Perú.
Barranco. Lima - Perú.

Barranco. Lima - Perú.
Barranco. Lima - Perú.

El panorama que vez desde allí es producto del resurgir del distrito en el siglo XX luego del desastre de la guerra con Chile. Si te pones de cara hacia el mar verás a tu izquierda residencias llenas de andenes ajardinados y bien provistos de unos balcones que tienen una vista privilegiada. 

Barranco. Lima - Perú.


Barranco. Lima - Perú.
Al frente, es decir al otro lado, está lo que fue la ermita cuya historia conté al inicio de esta entrada. Poco a poco, el sitio que se hizo para recordar el milagro del Jesús que llegó nadando, fue creciendo gracias a los trabajos de los religiosos encargados de su cuidado. Y de ese modo llegó a tener viviendas, capillas y un pequeño cementerio anexos hasta que al final se convirtió en  parroquia (llamada de la Santísima Cruz de Barranco). Mira tú, quién diría adonde iban a llegar los ímpetus religiosos del panadero sobre quien hablamos al principio. 

Barranco. Lima - Perú.
Lastimosamente en el terremoto de 1940 casi se trae abajo todo Barranco y entonces se construyó una nueva iglesia en el Parque Municipal del distrito que ya no es más el centro religioso del barrio sino el de la movida nocturna y la bohemia (un amigo me dijo que vio por allí una vez a Joaquín Sabina). Como ves en Barranco historia y mito, religiosidad y epicureísmo, se dan la mano. 

Al costado de la iglesia empieza un estrecho y lindo paseo con pequeñas casas de madera de variados estilos y que se encuentran bien protegidas por llamativas rejas. Este caminito te lleva hasta el mirador. Sitio predilecto de amantes y novios para confesarse y jurarse amores e historias teniendo como testigos al contaminado mar limeño y el horizonte que en verano se inflama de vivos colores.  

Barranco. Lima - Perú.
Barranco. Lima - Perú.
Barranco. Lima - Perú.
Barranco. Lima - Perú.
En esa zona hay un pub que se llama justamente “El Mirador”. Tiene una ubicación inmejorable y se asienta sobre unos desniveles. Han tenido la buena idea de llenarla de vegetación. Aunque parece que fue así toda la vida pues en esa área se encontraba el solar de San Antonio que pertenecía a una condesa que parece era muy amante de lo natural. A propósito de ello, me da la impresión de que Barranco debe ser uno de los lugares en Lima con más jardines y áreas verdes. Un amigo (otro, no el que me dijo lo de Joaquín Sabina) que estaba metido en lo de observación de aves, me contó que este barrio era de lo mejor para ver los más agraciados plumíferos. Yo vi muchas veces pajaritos muy bonitos, entre ellos hermosos picaflores, volando raudos entre los jardines de las casas y otras aves más grandes en los parques que se encuentran al filo del acantilado. Eso me hace recordar ese verso del poeta Eguren quien vivió toda su vida en Barranco: “Al acantilado las aves regresan con celeste geometría”. 

Barranco. Lima - Perú.
Barranco. Lima - Perú.
Volviendo a lo del bar “El mirador”, he leído que su dueño al levantar el negocio encontró bajo la tierra vajilla colonial e inglesa, periódicos de los años de la guerra con Chile y hasta un cañón. Eso podría confirmar lo que se dice sobre lo antiguamente poblada que es esta zona.

Pero no hay lugar en la tierra que sea refugio y sitio de evasión que no pueda ser alcanzado por la feroz realidad. La guerra con Chile pilló a los peruanos desprevenidos, con hermosos palacetes en sus calles pero sin municiones en los almacenes por lo que el enemigo bien equipado y disciplinado no tuvo más que entrar y entrar y entrar en territorio peruano hasta llegar a las puertas de Lima por el sur. Fue por allí mismo donde los chilenos se encontraron con los barrios más emblemáticos de la Lima de fines del XIX: Chorrillos y Barranco. A ambos los destruyeron y saquearon sin piedad. Casi no hubo rincón de Barranco que no ardiera, incluido en Santuario de la Santísima Cruz en donde no se salvaron ni esculturas ni altares pese al ruego de los religiosos. 

La reconstrucción fue lenta y a diferencia de Chorrillos, que no pudo recuperar sus viejos esplendores, Barranco fue bastante más favorecida ya que las familias ricas lo escogieron para vivir y por eso se volvió a construir allí grandes y bellas mansiones muchas de las cuales están en extraordinario estado y otras son una calamidad. Varios de estos edificios todavía los puedes ver si te das un paseo por las calles San Martín y, sobre todo, el pasaje Saénz Peña, muy cercano a la plaza.

Ojala que te animes a visitar Barranco, seguro que lo harás. No hay persona que visite Lima que no tenga curiosidad por ir. Espero que lo que aquí he escrito te de unas pistas sobre su historia. El sitio es seguro aunque ha habido varios casos de asaltos; lo ideal sería no caminar por calles muy solitarias y mantenerse cerca de la plaza. En la próxima entrada hablaremos sobre Chorrillos, otro barrio que bien vale la pena una visita si estás de paso por Lima. Hasta entonces.

Pablo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...